Preparatoria 14 / 2014 B
Alguna vez me contaste de un sueño en el que tenía otra figura pero era yo. Sonrío al escuchar mi personificación, aunque haya sido una pesadilla. En lo que jugueteamos con nuestras manos anochece, entre más anochece más me estimula la noche, vas perdiendo claridad, empiezo a verte como si tuviera los ojos cerrados, figuras sin sentido. Te abrazo y con mis manos trato de desabrochar tu corsé, no sé como haces esos nudos, me ayudas con ese enredo, después de un rato te sientas en el sillón y yo, hincado, me voy acercando a ti fielmente, mis manos acarician tus piernas, lentamente saco el cúter de mi pantalón y te hago una herida por debajo de la falda para que no se vea la sangre que escurre, con mi lengua lamo la que corre entre tu pierna, cierro los ojos para sentir lo que hago, como cuando escucho una melodía. Aun con los ojos cerrados se crea una imagen entre las figuras sin sentido, nos alejamos en un recorrido de vértigo y, cuando nuestras imágenes ya no se ven, se forma una mujer, con su mirada como un rayo me derrite de a poco y abro los ojos. Acabo de lamer la sangre y me largo a mi casa. Ya en mi cuarto acuchillo mi ropa para que vuelva en sí.