Preparatoria 14 / 2014 B
Siento sus brazos enredarse en mí,
   alrededor del estómago.
   Su frío aliento baila en mi cuello,
   los besos que suben hasta mi rostro.
   Tersa y negra tela de Damasco,
   blanco collar que se balancea sobre tu pecho,
   y el seductor aroma que se desprende de su cuerpo.
   Quédate conmigo, mujer,
   a tu lado dormiré
   y probaré la miel de tus labios.
   Pero te deslizas lejos de mí.
   Grito tu nombre con el último aliento
   de mi sueño. Te exijo: no te vayas, dulce noche.