Roma / Franco Buffoni

VERSIÓN DE RENATO SANDOVAL BACIGALUPO

I
¿Cómo era el mundo donde desembarcó Eneas
Por debajo del llano de campaña?
Retirado el estrato de compacta ceniza
Aparecieron ambientes de la era helénica
Que en el 79 d. C. habían sido abandonados
Por precedentes terremotos e inundaciones…
Eran tantas las Romas dispersas en las aldeas,
Varrón lo escribía entonces como un cuento:
Al monte Capitolino se le llamaba
La colina de Saturno, y cita a Ennio
Como en una fábula, al mencionar la colina
Saturnia se llamaba a la ciudad…
Y junto a Porta Mugonia que lleva al Palatino
Desde la casa de los Tarquinos
En el pasaje subterráneo que conduce
Al santuario de Vesta
Excava aún el equipo para demostrar
Como quiere el profesor
El vínculo entre los poderes:
Sólo al rey se le permitía acceso directo
Al sagrado fuego.
Roma, Roma que aún se mofa de nosotros.

I
Com’era il mondo dove sbarcò Enea / Al di sotto del piano di campagna? / Rimosso lo strato di cenere compatta / Appaiono ambienti d’epoca ellenistica / Già nel 79 dopo Cristo abbandonati / Per precedenti terremoti e inondazioni… / Erano tante Rome disperse nei villaggi, / Varrone già lo scrive col tono del racconto: / Mons Capitolinus era chiamato un tempo / Il colle di Saturno, e cita Ennio / Come in una favola, sul colle / Saturnia era detta la città… / E presso Porta Mugonia al Palatino / Dalla casa dei Tarquini / Nel passaggio sotterraneo che conduce / Al santuario di Vesta / Scava ancora l’équipe per dimostrare / Come vuole il professore / Il legame tra i poteri: / Solo al re un diretto accesso era permesso / Al sacro fuoco. / Roma, Roma che ci scherzi ancora.

 

II
De este empedrado compuesto
De basalto en piedra calcárea
Se accedía a la fortaleza con funciones de culto
Y refugio en caso de guerra. En el interior
Los tres nichos con bóvedas de cañón para los sarcófagos.
Antonio Bosio tenía dieciocho años
En 1593
Cuando, habiendo entrado por un pequeño forado
Reptando y con el pecho a tierra,
Se halló en santa Domitila…

«Sodomita», escribió un joven colega
Bajo una bóveda de la Domus Aurea
Junto al nombre de Pinturicchio
Autógrafo, como su envidia.
Ahí recalaban los jóvenes pintores
Y después se arrastraban hasta esos colores
Y relieves con estuco. Trabajaban
Durante horas con poca luz y pan
Entre serpientes búhos y lechuzas
Y luego estampaban la firma.
Ardían sus miradas alertas y
Desgarbadas. Eran machos.

«Pinturicchio», definió Del Piero, El Abogado,
En el momento de máximo esplendor.

II
Da questo selciato composto / Di basoli in pietra calcarea / Si accedeva alla fortezza con funzioni di culto / E rifugio in caso di guerre. All’interno / Le tre nicchie con volte a botte per i sarcofagi. / Aveva diciott’anni Antonio Bosio / Nel 1593 / Quando, entrato per un piccolo forame / Serpendo e col petto per terra, / Si ritrovò in santa Domitilla… // «Sodomito», vergò un giovane collega / Sotto una volta della Domus Aurea / Accanto al nome Pinturicchio / Autografo, come la sua invidia. / Vi si calavano i giovani pittori / E poi strisciavano fino a quei colori / E rilievi con stucchi. Lavoravano / Per ore con poca luce e pane / Tra serpi civette barbagianni / E poi vergavano la firma. / Erano accesi i loro sguardi vigili / E sguaiati. Erano maschi. // «Pinturicchio», definì Del Piero l’Avvocato / Nel momento del massimo fulgore.

 

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