Preparatoria 11 / 2011B
Cuatro paredes
me aprisionan.
Cero sonidos.
Espadas clavadas en mis pies,
mi casa es la calle sin grilletes.
¿A dónde más voy?
Sagas en mi oído
el sutil olor a canela tus ojos.
Pero un impedimento lacónico
te ata de posteridad.
Sientes cuando digo que soy prohibido
como perpetuidad de un recuerdo.
¿Me seguirás siempre la espalda?
En cuanto termine mi café y de bailar con el fuego
en el tácito reino de la ambigüedad
iré por ti.