Si no eres una realidad, ¿de quién eres mito? Si no eres un mito, ¿de quién eres la realidad?

Iván Ortega

Ciudad de México, 1990. Su libro más reciente es Glásnost (Juan Malasuerte, 2023).

El 6 de junio de 1894, Léon Bloy anotaba en su diario: «Ningún hombre puede ver más que lo que está en él. Si vemos la Vía Láctea es porque existe verdaderamente en nuestra alma». Las búsquedas sónicas de Sun Ra constituyeron un tercer programa espacial, uno que partió de una noción similar a la de Bloy y que iba (o va, pues nuestro plano temporal no es el mismo que el de Sun Ra, o no lo es, todavía, años después) en una dirección diferente a los programas del bloque occidental y el bloque comunista: el programa espacial de Ra partía del supuesto de que es necesario figurar primero la distribución del cosmos interno para poder comenzar una verdadera colonización espacial. Casi ochenta años después de que Bloy hiciera esa anotación en su diario, Leonard Cohen cantaba «no, nunca alcanzarán la luna, al menos no aquella que nosotros buscamos». La poesía de Sun Ra, y aquí el término poesía puede extenderse a su producción musical así como a su «filosofía», funciona como una narrativa contrahegemónica a los intentos convencionales de exploración y colonización espacial. Es un programa preparativo. Uno de sus principios, nos canta la Arkestra, es la noción de que «hay otros mundos, de los que ellos (los poderes hegemónicos) no te han hablado, y esos mundos desean hablar contigo». 

La Guerra Fría también es una constante invisible en la obra de Ra. Quizá nunca tan bien enunciada como en «Nuclear War». Como el Kwisatz Haderach, Ra pudo entrever también un futuro apocalíptico en el que la humanidad acababa, consumida por desarrollos tecnológicos que no sabe controlar completamente, e intentó contribuir, mediante una ficción sónica, a evitar que ese futuro se materializara. Al hablar de Sun Ra, incluso al hablar de él a partir de documentos, uno debe saber que es posible que esté prolongando una ficción más que haciendo historia, o viceversa. Los documentos históricos prueban que Sun Ra provenía de Saturno. Es una ficción que el verdadero nombre de Sun Ra haya sido Herman Poole Blount. John F. Zwed, el autor de Space Is the Place: The Lives and Times of Sun Ra, anota: «Fechas de nacimiento, direcciones, documentos, los recuerdos de familiares y amigos, estos son los materiales para hacer una biografía, la verdad sobre la vida de una persona, los elementos que nos ayudan a separar los hechos de la ficción. Pero en el centro de todo lo que Sun Ra hizo o dijo, estaba la declaración de que él no nació, que no provenía de la Tierra, que no era un hombre, que no tenía familia, que su nombre no era el que otros decían que era… Sun Ra destruyó su pasado». 

No soy humano. Nunca llamé madre a nadie. A la mujer que se supone que es mi madre la llamo mi otra mamá. Nunca llamo a nadie madre. Nunca llamo a nadie padre.

«Blount era su apellido. En algún momento de su infancia, la palabra comenzó a parecerle lejana».

«Años después diría: “Tuve algunos parientes con ese apellido”».

Herman Poole Blount: el nombre estaba inspirado en Black Herman, el más famoso de los magos afrocéntricos que fueron populares a principios del siglo XX. Black Herman reclamaba un linaje que se remontaba hasta Moisés y en cada uno de sus shows se declaraba capaz de hacer que una mujer se levantara de entre los muertos.

Cuando el mundo estaba sumido en la oscuridad

y la oscuridad es ignorancia

entonces vino Ra

El mito vivo, el mito vivo

el mismo Mister Re en carne viva

El arte de Sun Ra es también una filosofía vitalista. En «Door of Cosmos», June Tyson, la reina Saturnina de la Arkestra, canta: «El amor por la vida me interesó tanto que decidí llamar a la puerta del Cosmos». La nave de exploración de Ra está compuesta por la Arkestra, con sus músicos y bailarinas, la música, y la audiencia. Las presentaciones o reproducciones de su música establecen zonas temporal y espacialmente autónomas. Temporalmente autónomas en diversos sentidos: primero, porque esa zona en la que puede escucharse a la Arkestra deja, durante el lapso de tiempo que dura la música, de formar parte de cualquier nación humana, y después, porque también se independiza del flujo temporal común al resto de la humanidad. 

Zwed: «Hablaba desde una larga tradición de revisionismo histórico mezclado con egiptología de dudosa procedencia, francmasonería negra, teosofía, exégesis bíblica oral y escrita, todo esto mezclado con un profundo amor por el conocimiento secreto».

El futuro es mejor guía para el presente que el pasado.

La música de Sun Ra no surge como un soundtrack para la era espacial, no pertenece al raygun gothic, no rinde culto a la tecnología sino que incorpora la tecnología en su culto a sí misma. Este es un programa espacial secreto. Se emprendió una conquista técnica del espacio pero nunca se intentó un paralelo espiritual. Del otro lado del mundo, en 1964, apenas independizada, Zambia comenzó un programa espacial propio, mismo que pondría al primer africano en la Luna, poniéndose así al corriente con los programas espaciales de Estados Unidos y la Unión Soviética. El programa fue llevado por Edward Makuka, un maestro de escuela, quien se encargó también de recaudar fondos. 

Los mitos existían antes de que existiera la historia. Lo mítico es lo que siempre está ocurriendo.

Roberto Calasso: Las figuras del mito viven muchas vidas y muchas muertes, a diferencia de los personajes de la novela, vinculados en cada ocasión a un único gesto. Pero en cada una de esas vidas y de esas muertes están presentes todas las demás, y resuenan. Podemos advertir que hemos cruzado el umbral del mito sólo cuando advertimos una repentina coherencia entre incompatibles.

Zwed: «Los performances de la Arkestra estaban estructurados en algo que Sun Ra llamaba “cosmodrama”, o el “mito-ritual” un programa en el que representaba sus creencias y al que pensaba como un modo para cambiar a la gente de la Tierra».

Dr. Octagon: Gente de la Tierra, yo nací en Júpiter.

Gente de la Tierra, yo nací en Júpiter.

Gente de la Tierra, yo nací en Júpiter.

Gente de la Tierra, yo nací en Júpiter.

Zwed: «Decía que era como una obra pasional en la que se representaba lo mítico porque la verdad era maligna, fea y demasiado peligrosa para representarse con palabras. Había concebido originalmente la puesta en escena como algo exclusivo para una audiencia negra».

SUN RA Uso instrumentos ordinarios, pero de hecho los uso de un modo… estoy usando a los compañeros que tocan los instrumentos como instrumentos. Es un método para transformar ciertas ideas en palabras de un lenguaje que el mundo pueda entender. 

ENTREVISTADOR ¿Tiene un mensaje para nosotros?

SUN RA Sí, el mensaje es que deben estudiar e intentar entender a los antiguos egipcios.

En Más brillante que el sol, Kodwo Eshun anota: «El soul tradicionalmente se identifica con los israelitas, con la rebelión de los esclavos contra los faraones egipcios. Sun Ra rompe violentamente con la redención cristiana, con la esperanza de salvación del soul (alma), en favor de una deidad posthumana… Ra se identifica con los faraones, los déspotas, los opresores antiguos, para separarse de Estados Unidos: “No soy parte de Estados Unidos, no soy parte del pueblo negro. Ellos tomaron otro camino…”. Sun Ra es el fin del soul (alma), el reemplazo del dios cristiano por un panteón faraónico».

Existe una foto a la que llamo «El nacimiento de Sun Ra». En ella se puede ver a Louis Armstrong tocando la trompeta frente a su esposa Lucille, quien está sentada en la arena y detrás de ella puede verse a la Esfinge de Giza. A partir del momento de esa foto, esa combinación de elementos parece obvia, inevitable. El jazz a partir de Ra se vuelve una manera útil de traer al presente un Egipto idealizado, mítico, quizás contaminado demasiado por Hollywood, pero que cumple con su función de extrañamiento. Algunos músicos como, por ejemplo, Nat Birchall o, también, los supervivientes miembros de la Arkestra, dirigidos por Marshall Allen, quien es ajeno al tiempo y recientemente ha comenzado su carrera solista a la edad de cien años, han continuado explorando este camino. Al desarticular el tiempo y traer al presente el antiguo Egipto, podemos ver que Philip K. Dick siempre tuvo razón, aunque se equivocó de imperio. 

Rammellzee: Si lanzas un misil desde 1847 hacia 1523, no lo lanzas hacia el futuro, sino hacia atrás. Estás perturbando el tiempo y las escalas temporales. El tiempo revierte el tiempo.

Ra viene desde el año 3000 antes de Cristo y también desde el año 3000 después de Cristo. Era sabido que no sentía la necesidad de compartir su espacio con ninguna otra figura mesiánica. Es sabido que la única figura de su tiempo con la que sentía que se le podía comparar fue Martin Luther King Jr. E incluso, tras el asesinato de este, ocurre uno de los momentos más infames de su biografía: Ra tenía una presentación el día del ataque, a la que comprensiblemente acudió una audiencia escasa, compuesta por más gente blanca que afrodescendiente. Lejos de comprender la consternación general, Ra lo tomó como un golpe contra su ego. Más tarde diría «Estaban tan involucrados con él que no pudieron verme». Al incio, Sun Ra quería usar su música como una nave espacial que transportaría a todas las personas que pertenecían a la diáspora africana a un planeta que pudieran habitar sin ser sometidas.

En Space is the Place, mitopelícula en la que se representa a sí mismo, Ra mantiene una conversación con un grupo de adolescentes del mundo «real», quienes lo miran burlones. A la pregunta de si es real, Ra responde que no, así como tampoco lo son ellos. «Si fueran reales», les dice, «no tendrían que estar protestando por sus derechos».

«No vengo a ustedes como realidad, vengo a ustedes como mito».

«Soy una presencia, un regalo que les envían sus ancestros».

La mitología astronegra era una manera de representar la unión entre Egipto y el espacio exterior, de juntar una interpretación negra de la Biblia con elementos de historia antigua y ciencia contemporánea para mejorar la cosmología del pueblo negro. Zwed observa que, al ganar popularidad entre ellos, Ra decidió incluir a los blancos en su visión. Ahora hablaba sobre crear mitos para el futuro. Mitos que nos dirían qué hacer. 

Kodwo Eshun: «El público es un instrumento tocado por la electrónica y Ra es un instrumento tocado por el cosmos… Ondas sinusoides pasan a través del medio del sintetizador, la amplificación viaja por los instrumentos de la Arkestra, por el público y da la vuelta, en un circuito sonotrónico alternante. Las danzas se corresponden con constelaciones, cada una es un satélite de posicionamiento en un sistema de navegación astronómico». 

Ra: Llega un punto en el que los músicos, limitados por instrumentos de factura humana, no pueden doblarse para expresar algo que quieres expresar. Las bailarinas deben doblarse, torcerse, para expresar música que la banda no puede producir.

Poco después de que Ra reclutara a June Tyson, de cuyas colaboraciones con la Arkestra, Irwin Chusid elaboró una recopilación para Enterplanetary Koncepts en 2019, se unió al grupo también Verta Grosvenor. De ella se cuenta una anécdota que Zwed recupera: «Una noche, al volver de una presentación en Slug’s, Verta caminaba de regreso a su departamento y, ya metida en la cama, recordó que no tenía leche para el cereal de sus hijos. Se colocó un abrigo sobre la bata y salió hacia una bodega que abría toda la noche. Cerca de esta un hombre se aproximó gritando: “Maldita extraterrestre, ¡no vas a ninguna parte!”. Verta entró rápidamente a la tienda y detrás de ella el hombre, quien se dirigió a los que estaban ahí, aún gritando: “Podrá engañarlos a ustedes, pero no me engaña a mí, porque ella no es de aquí”. El encargado llamó a la policía y cuando llegaron, uno de los oficiales le dijo: “Señora, no sé cómo explicarle esto, pero este hombre está convencido de que usted proviene del espacio exterior”. El hombre la había visto actuar en Slug’s junto a la Arkestra y estaba visiblemente drogado».

La «filosofía» de Sun Ra no busca ofrecer una teoría sobre nuestro mundo, sino crear un mundo, un espacio en el que todo lo que dice sea verdadero. El estilo discursivo de Sun Ra no es racional ni argumentativo: intuye, concluye y dicta. La racionalidad y la argumentación discursiva implican una navegación a través de y una negociación con los límites de lo conocido y de lo permitido, y Ra no reconoce autoridad mayor a la suya. Cada pieza musical de Sun Ra es una fuga técnico/imaginativa del siglo XX.

Estoy hablando sobre el espacio, estoy hablando de ya no formar parte de este planeta, porque no es lo apropiado.

Me atrae lo imposible porque ya se ha hecho todo lo posible y el mundo no ha cambiado.

La verdad, es decir lo posible, es igual a la muerte, pero el mito, lo imposible, garantiza una fuga vital perpetua.

Este texto fue publicado como ensayo sonoro en el Centro de Cultura Digital. puede escucharse aquí.

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