Preparatoria de Tonalá
Me siento a escribir lo primero que se me venga a la mente, y lo primero en que pienso es en ti, en tu cara, tus ojos llenos de amor y tu sonrisa, que llenaron mi vida de felicidad. Fuiste como un bello amanecer, una tierna ilusión, un largo sueño de amor.
Poco tiempo pude mirar tus ojos, pero fue lo suficiente para guardarlos en mi mente y en mi corazón. Y es que conocerte y no tenerte es como vivir en soledad. Es difícil comprender que no eras para mí, pero en verdad agradezco los mágicos momentos que el tiempo me permitió a tu lado y la oportunidad que tuve de amar y conocer el amor.
Perdona si he querido llenar de ti el vacío de mi corazón. Pero desde que te conocí volviste a encender la llama que había estado apagada por mucho tiempo. Hoy sólo quisiera detener el tiempo, llegar a nuestro encuentro y comenzar de nuevo, y aunque sé que esto es imposible, quiero que sepas que eres, fuiste y serás la dulce melodía que en mi sueños siempre está.