Rasgaduras mí­nimas / Gustavo Íñiguez

Con la propuesta del concepto rizoma y su oposición a la estructura arborescente se disolvieron el eje esencial y la subordinación para abrir paso a lo múltiple: lo significante ganó territorio y la comunicación extendió sus posibilidades. Esta contribución a la historia del pensamiento de la multiplicidad por parte de Gilles Deleuze nos deja frente a lo inusitado, y es ahí, desde la extrañeza, desde donde para efectos estructurales y estéticos nos desplazamos hacia la poesía para aventurarnos por experiencias rizomáticas, es decir, de múltiple significación, que encuentran puntos de convergencia en cualquier momento y de manera inesperada. Esta forma de comunicación posibilita que el receptor afecte el mensaje en la misma medida en la que éste repercute en él.

     En el trabajo de María Auxiliadora Álvarez (Caracas, 1956) aparecen elementos que ocurren dentro de la estructura del rizoma desde que en 1985 apareciera Cuerpo. Ahí inician las líneas que se tienden con otros elementos hasta llegar a la publicación más reciente, Piedra en :U:. La movilidad que ha mostrado desde los textos de los primeros libros, donde la carne estaba expuesta y el dolor era el motivo que daba voz y resonancia a los poemas, encuentra el principio de su confortación en el libro Sentido aroma. A partir de este momento los motivos se suavizan, aunque permanecen los nexos con temáticas que remiten a lo doliente y que han ido en búsqueda de un modo más sereno de manifestarse —y en esta escritura se percibe este proceso que podría encontrar en la Divina Comedia el modelo de su ascensión.
     Cuerpo y Ca(z)a son dos libros que corresponden en tono al discurso más violento (fundacional e infernal) de la escritura de María Auxiliadora, y que establece espacios que se comunican. En la temática del parto hay un nacimiento, una entrada a lo que, en estos textos, se presenta como el infierno de la vida y que la línea de la comunicación encontrará en la madre una guía. La figura de Virgilio encontrará una resonancia en sentido ascendente en Páramo, donde quien habla es la hija al cuidado de la madre. La tensión espiritual que tuvo el proceso purgativo en los libros iniciales manifiesta su resultado con mayor nitidez en Inmóvil, cuyo proceso contemplativo sitia las dolencias pero no las destierra, porque se seguirá comunicando: el dolor es el motivo esencial que repercute en toda la obra de la poeta venezolana.
     A la factura que inicia en Sentido aroma y que se enfatiza en Un día más de lo invisible, Resplandor y Paréntesis del estupor es a la que pertenece Piedra en :U:.Ocurre un fenómeno iluminativo que potencia la profundidad del discurso: la síntesis entre lo profano y lo sagrado. Este aspecto que, desarrollado en el terreno espiritual, se aclara al observar en perspectiva la obra de María Auxiliadora Álvarez, es uno de los aciertos de los que recoge la originalidad que la caracteriza.
     Cada poema consigue la unidad que se presenta como una mínima rasgadura al lenguaje, a lo real, y que desde una síntesis contundente, consigue presentarnos ese espacio breve y novedoso. Hay un concepto que se desdobla sobre sí, en versos de corto aliento, con poderosas imágenes que, de manera vertical, agotarán ese respiro de honda sensibilidad que adquiere alta potencia intelectual. Temas como el silencio, la espera, el lenguaje, los sentidos, el entusiasmo, la intuición, la guerra, la memoria o la muerte, encuentran las palabras precisas que abrirán esa inusitada territorialidad que hará que la convergencia de las líneas ocurra para exponer la trayectoria de conexión con los otros poemas.

La memoria
es carne
(des)compuesta
pero el mañana
del pensamiento
traerá
Un alimento
:NUEVO:

El aliento espiritual que emana del trabajo de María Auxiliadora Álvarez es sorprendente. El esfuerzo por serenar las inquietudes prevalece en esta escritura que reflexiona para encaminarse a espacios de mansedumbre (¿un cielo posible?) que no cesan de moverse por esa cualidad orgánica que caracteriza su obra. Piedra en :U: es un libro imprescindible: un enfrentamiento con la hondura sublime de la experiencia espiritual y una evidencia de este tránsito por una comedia divina y personal.

Piedra en :U:, de María Auxiliadora Álvarez. Candaya, Barcelona, 2016.

Comparte este texto: