Libación / Héctor Hernández Montecinos

Escenario:

La montaña. Lejos el río.

El universo es un panal Auroro No te olvides nunca de eso Todo es triple por doble a la vez Te contaremos un secreto mientras caminas hacia aquella montaña Te contaremos un secreto que deberás recordar contigo por siempre Te contaremos un secreto que nadie más entendería en este mundo Serán largos los caminos y las noches interminables Tendrás frío y hambre Te aterrorizarás Pero debes avanzar Auroro No dejes de mirar esa cima La lluvia refrescará tu garganta y el rocío tus ojos Las constelaciones brillarán para ti porque aunque no lo sepas son tus hermanas Verás cosas que nadie ha visto Escucharás lo que nadie ha podido escuchar Auroro Sabrás cosas que no deben saberse Pero el cosmos te ha elegido para que honres y seas honrado Lo que necesites lo encontrarás en el camino Pasarás por bosques donde comerás semillas y hongos Te acercarás a los ríos a refrescar tus brazos y tu cuello El sol te dará su calor y lo guardarás para la noche El viento te cantará al oído No debes temer Auroro Sigues un llamado que no puedes rehusar Los cuerpos celestes que están en tu piel desde que naciste son un destino Debajo de los árboles podrás dormir Las piedras te servirán para espantar a las bestias hambrientas Cuando pierdas el camino debes dar tres vueltas sobre ti mismo y donde abras tus ojos tus piernas avanzarán sin que lo pienses La montaña sabe tu nombre y aguarda por ti Cuando llegues a su ladera te daremos de nuestra miel Es sagrada y te hará pensar cosas extrañas Oirás voces y ojos te mirarán desde lejos Verás figuras y palabras que no entenderás pero sí las entenderás Cuando estés cansado podrás recostarte en la tierra para que te dé fuerzas Si tienes frío las hojas secas te abrigarán Es un largo viaje Auroro Irás solo pero encontrarás y encontrarás en tu camino Estaremos cerca de ti pero volaremos más arriba de las nubes De noche brillaremos como luciérnagas Dirás que son estrellas fugaces Dirás que la noche resplandece Dirás que todos los cuerpos son celestes Comprenderás cosas que nadie comprende Por eso debes tener tu corazón limpio No pienses en nadie Sólo no dejes de mirar esa montaña que te llama por tu nombre Serás otro Repetirás durante horas ciertas palabras que hallarás en tu mente Estarán esperando por ti No las ignores Abre tus ojos más allá de las líneas de tu mano Tierra es tu cuerpo Agua tu sangre Aire tu aliento Fuego tu espíritu Olvida todo lo que ha sucedido Hallarás consuelo y luz Duerme esta noche en casa y no digas nada Antes que veas el primer rayo de sol debes estar donde el río se abre en dos En ese lugar comenzará tu viaje No hables con nadie ni sueñes en voz alta Ahora descansa Auroro Esta noche será tu última noche

Coro de los fenómenos celestes: El Pavor que los cabellos eriza, como nocturno vate de esta mansión, en sueños se presenta respirando encono y lanza un grito a las más altas horas de la noche. Hondo se difundió por el recinto. Los que saben conocer los signos de los sueños dieron esta interpretación: Los dioses quieren que los muertos se quejen de la injusticia y se llenen de furia contra sus asesinos.

Has soñado Auroro Tu rostro nos lo dice Has visto un túnel y en él lo que esconde el tiempo Has visto hacia atrás y hacia más atrás Te has visto a ti como eres y como no eres Guarda en ti tus sueños pues en ellos encontrarás lo que ahora no buscas Corre hasta donde el río se abre Pronto amanecerá Ve rápido para que la luz no te alcance en el camino Entonces Auroro llegas al lugar pero el río tiene trescientos brazos Y cada vez que lo vuelves a mirar decenas más de riachuelos nacen de él ¿Qué harás Auroro? ¿Cómo sabrás cuáles son los dos brazos donde el río se abre? ¿Qué hado se ha puesto en contra tuya? Te acercas al río y observas cómo los peces carroñeros se devoran Te fijas de dónde vienen los que están más saciados y hasta allá te vas Estás en lo cierto Los peces tienen los ojos desorbitados y desencajada la mandíbula de tanto engullir Has acertado Auroro Aquí es donde el río se abre y el primer rayo de sol acaba de cruzar el cielo Comienza tu camino Emprende tu viaje Mueve tus pies que pronto estás a recorrer lugares que nadie sabe que existen Donde todo es rumor y duda Observas la dirección de ese primer rayo de sol y das inicio a tu peregrinar Sonríes y saltas sobre las piedras ¿Qué canción cantas Auroro? Tu mirada se abre y mueves la cabeza al ritmo de tus pasos No sabes los riesgos que se esconden Ni los males que vienen por ti Nada podemos decirte por ahora Auroro Cuánta compasión te tenemos Eres tan puro que en tu cabeza no imaginas las nubes que se ciernen sobre ella La sangre de la sangre pide más sangre Pronto verás lo que nadie quiere ver Avanzas y no reconoces los peligros Tus rodillas brincan como tórtolas Eres libre A lo lejos se ven unos árboles Tienen muchos frutos Se ven apetitosos Quieres tomar algunos Cuida lo que haces Auroro Estás solo en el mundo El mundo eres tú Ciertamente es una arboleda cargada de primicias Expelen un fascinante olor y la brisa fresca les hace bambolearse como llamando a extender la mano y comer Te acercas a uno de ellos y las hormigas te empujan bruscamente Luego te vas a otro y pasa lo mismo Notas que millones de ellas suben y bajan cuidando su precioso alimento Sin embargo unos pasos más allá hay unos frutos igual de grandes y apetitosos que las hormigas no comen Vas hasta esos árboles y antes de agarrar uno coges a una hormiga y la pones en el fruto Empieza a convulsionar y cae al suelo convertida en una piedra Te sorprendes de lo que tus ojos ven Pero lo mismo haces con otra y con otra hasta que juntas varias de ellas Apuntas hacia los árboles que están siendo devorados y las lanzas una a una con fuerza Las hormigas huyen de espanto al ver las piedras y puedes comer de allí Guardas frutas en un bolsillo y piedras en el otro Emprendes tu camino Cómo te ríes Auroro Inventas canciones y haces música con tus palmas Brincas como un conejo No será tan fácil todo lo que viene Eres afortunado pero la dicha es caprichosa No esperes mucho de ella No te confíes de tus astros que hay noches forradas por las tinieblas donde ni la luna quiere aparecerse Ves una vara de tu tamaño y te gusta La quieres como báculo Todo lo que guardes debe serte útil si no te será merma Debes tener cuidado Las cosas no son como se te aparecen Coges el madero e inmediatamente las nubes que están en el cielo comienzan a bajar en manadas Son tantas que no se puede ver alrededor Además pesan y aplastan tu cuerpo enjuto No sabes qué sucede y te arrojas al suelo Tienes miedo Más y más nubes llegan sin entender el porqué Sueltas tu vara para sostener las que hunden tu cabeza contra el pasto y lentamente comienza a disipar Te das cuenta de que tienes en tu poder el cayado de un rebaño misterioso Nuevamente vuelves a reír Desabrochas uno de tus zapatos y atas el báculo con tu cordón De este modo lo llevas contigo arrastrándolo y continúas tu camino No cantes victoria Auroro Apura tu paso para que la oscuridad no te encuentre en un lugar donde no puedas guarecerte Pronto tendrás frío y sed Pronto verás cosas que nadie ha visto y ya no reirás Encuentras una caída de agua que nace de una gran roca Transparente y fresca te parece Corres hasta allá y con la mano la llevas a tu boca Das un enorme grito y saltas de dolor arrancándote la ropa Las piedras que llevas en el bolsillo al mojarse han vuelto a ser hormigas Te muerden y quieren comerte Las pisas pero no mueren Tienes que tomar tu ropa y huir de ahí Ya pasa el mediodía y no en mucho la tarde vendrá con la noche Comes las pocas frutas que te quedaron y apuras tu paso Llegas a una loma que termina en un puente Avanzas hasta allá y te encuentras con la mitad vertical de una mujer que intenta ponerse de pie Es hermosa y repugnante piensas Apenas lo logra vuelve a caerse hacia el lado opuesto por el peso de sus vísceras que no puede afirmar No sabes qué hacer Quieres hablar con ella pero muy poco se le entiende Además casi no te toma en cuenta por estar preocupada en recuperar el equilibrio Te haces varias preguntas pero recuerdas que la noche viene en camino y cruzas el puente A medida que avanzas éste se extiende Por cada paso más y más lejos queda la otra orilla La primera estrella ya ha aparecido y tienes miedo Entonces tomas tu vara y la pones bajo tus pies De inmediato las nubes comienzan a llegar y caminas sobre ellas hasta el otro extremo Astuto eres Auroro La noche comienza y ya estás acá Ahora busca un lugar dónde guarecerte Donde no te encuentren el frío ni las bestias hambrientas Cuídate de la oscuridad y los recuerdos Son peligrosos y siempre quieren más Todo lo que sueñes guárdalo en ti Aprende lo que ahí se te inicie Te será útil y bueno Encuentra tu lugar en esta noche El cielo se ha llenado de estrellas La tuya también está allí

Coro de los fenómenos celestes: ¡Tener buena suerte: eso es entre los hombres un dios y más que un dios! Pero está vigilante la Justicia y castiga veloz: a unos los sorprende a mediodía; a otros los espera hasta la media luz del crepúsculo con tardíos tormentos, y a otros la noche sin término los domina.

Poco a poco se alejan Una nube de polvo estelar dejan a su paso ¿Es ésta la noche? ¿Sigues soñando? Buscas un lugar dónde acomodarte Vuelves a dormir Vas camino a la montaña Ya ha amanecido y tienes sed Te acercas a un río y bebes agua pero el agua se congela Caminas pendiente arriba y sucede lo mismo Qué maldición avanza detrás de ti A quién has ofendido con tus actos Sigues tu ruta Piensas en otra cosa Piensas en que vas a cantar Piensas en que necesitas un tambor En esos árboles ves un nido y en él un huevo Sí Es un huevo y suena bonito Cantarás una canción Cantarás y caminarás hacia la montaña Te confías Auroro de tu fortuna Crees que ella te acompañará siempre No sabes lo que has hecho al robarte ese huevo mágico Para ti todo es un juego y ríes Ojalá que la alegría te dure hasta que llegues a la montaña No olvides tu misión No olvides a lo que has venido Entonces despiertas Estás en el tronco del árbol y nada y todo ha sucedido Tienes sed aún y vuelves a ir al río pero nuevamente se convierte en hielo frente a ti Amanece y bebes el rocío sobre las hojas de las flores Miras hacia la montaña y emprendes el camino Luego de horas en que ya no cantas ni saltas sobre las piedras te dejas caer debajo de un árbol Estás exhausto Miras entre las ramas y hay un nido y en él un huevo Recuerdas el sueño de anoche y quieres hacerlo tu tambor Te subes al tronco y alzando tu mano lo coges El huevo es grande y resplandece Es duro como el oro Entonces lo golpeas con tu vara Las nubes no vienen y los animales huyen hacia el bosque Vuelves a golpear el huevo y los árboles poco a poco comienzan a alejarse Por tercera vez golpeas el huevo El cascarón empieza a resquebrajarse y el aire se detiene Lo pones en el suelo porque vibra y de él un ser aparece Su cuello está adornado con montañas nevadas y volcanes haciendo erupción En una de sus manos tiene cinco montones de tierra y en la otra siete gotas de agua que son los continentes y el océano Sus ojos los sostienen cinco mil mariposas porque cinco mil son sus miradas Está parado sobre dos elefantes que miden diez mil medidas de largo y diez mil medidas de ancho que a su vez están de pie sobre cien mil pájaros que cruzan el cielo de lado a lado Su cuerpo es ancho como el horizonte y alto como el firmamento Acerca su rostro al tuyo Su aliento es gélido Tiritas de terror y no puedes moverte No sientes tus piernas y tus brazos están como muertos Le dices que vas hacia aquella montaña y tus palabras se amontonan entre tus dientes Le dices que vas en busca de los colores pues los colores no conoces Le dices que tienes miedo pero no sabes llorar El enorme monstruo te toma en su mano y te devora Estás en su boca y sus paredes están llenas de jeroglíficos y signos que no entiendes Caminas lentamente sobre el piso mojado Tiembla Se oyen goteras a lo lejos y sonido de derrumbes ¿Estás vivo? ¿Estás muerto? No lo sabes Auroro ni nosotras tampoco Lloras y quieres volver a casa Ya no lloras y ya no quieres volver a casa Eres valiente y avanzas Hay un agujero en el techo y te metes por ahí Es un túnel que escalas con pies y manos Llegas a una recámara donde hay un libro Te acercas El universo es un panal Por un agujero en la pared entra un rayo de luz Es de noche y hay lluvia de estrellas Estiras los pies y te das cuenta de que estás en la cima de una montaña La montaña Has llegado y no te diste cuenta Cuán bienaventurado eres Auroro La vida te sonríe y también la muerte Ésta es la montaña que veías de lejos y que también te veía Ha venido hacia ti Y no sólo la montaña sino que un dios que te extiende su mano para que vayas con él No temas Las estrellas brillan y alguien escribe en el mundo Escribe un libro con tu historia y llora porque es también su historia Vete con el dios No te hará daño ni beberá tu sangre Móntate en su luz y subirás muy alto donde todo es firmamento Te decimos adiós y besamos tu boca con miel Los cuerpos celestes te rozan las tetillas y vibras Te elevas a través de todos los cielos Auroro Te pierdes de vista Eres un puntito de luz El dios te ha llevado consigo El dios te ha llevado.

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