La historia de una historia [tres fragmentos] / Kushal Dutta

Ahora

Éste de quien voy a hablar hoy es generalmente una persona que vive en el «presente». Él no gasta mucho de su materia gris atendiendo el pasado y el futuro. Si no fuera así, no continuaría la vida —ésta es su simple filosofía de plebeyo. A pesar de esto, en este momento él está pensando repetidamente una y otra vez acerca de muchas cosas del pasado y del futuro que, a pesar de ser vistas, permanecen sin ser vistas; a pesar de ser conocidas, permanecen sin ser conocidas— buscando salvarse de todas las tentaciones.
     Como las noticias insertadas en una conversación, la historia que ya ha sido confeccionada, lo que ya es pasado en este momento, por cuya fragancia él tenía que haber vuelto a la vida de nuevo, los días por venir, él se encuentra ahora en profunda meditación buscando salvarse de toda tentación. Ocurriera lo que ocurriera sólo un poco más allá, lo que es el futuro para él, lo que está fuera de su control en este momento, él reflexionaría tres veces la lección del presente: acaso se enredaría en la tentación de nuevo o, cayendo y levantándose de nuevo, buscaría la salvación una y otra vez, o permanecería libre hasta la muerte.
     La experiencia le ha enseñado demasiadas cosas. Antes de tomar una decisión precipitada, disfruta meditar sobre esas cosas si encuentra un pequeño respiro. No se daba cuenta de que se había quedado dormido en la cama del ahora mientras reflexionaba sobre estas cosas desordenadas para llegar a una firme decisión. Trabajar trabajar trabajar y dormir, ambos verbos son sus amigos inseparables, en cuyo regazo se puede descansar para olvidarse uno mismo de uno mismo, en cuyo seguro refugio el universo puede ser nulificado para embarcarse en un viaje de recolección de coraje para otro día, otra batalla. Para vivir de sus propios medios, para luchar contra uno mismo.

 

Mediodía

¿Qué es la vida? ¿Sencillamente vivir significa vida? Hambre de nacimiento, la juventud del hambre, el misterio de la juventud, el sueño del misterio, la copulación del sueño, el nacimiento de la copulación… ¿Dónde está la vida en este círculo abstracto? ¿La vida significa sólo cortar los lazos? La duración de la memoria vuela al futuro atravesando el agua atrapada en el torbellino de la curiosidad.
     Al final, Buda repentinamente emergió de la nada a mediodía. Porque ya había sido convocado. Sus perturbados orejas-ojos-nariz-boca-piernas-brazos-corazón-cerebro se calmaron a la vista de la compuesta forma del Buda silencioso en samadhi sentado en flor de loto. Pasó todo el mediodía con su amigo favorito. En meditación trascendental como el Buda en la feliz postura de loto.

 

A las ocho de la mañana

Luego de recuperar los sentidos o luego de despertar del sueño se avergonzaba de sí mismo por las acciones-reacciones del espacio-tiempo y, como siempre, quería buscar refugio con su amigo de más confianza, el misericordioso absoluto Buda. Convocó a Buda esta vez sentado cómodamente en la postura Padmasana.

 

Versión de Víctor Ortiz Partida, a partir de la versión
del asamés al inglés de Bibekananda Choudhury.

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