Hembras / Juan Carlos Mací­as

Hembras /  Juan Carlos Macías *
Víctor Hugo Pérez Textos de Carmen Villoro

Madre mortífera
 Soy el cuerpo que temes, el que tiene la herida que te traga, hombre pequeño, por donde puedes desaparecer si te descuidas. Soy lo siniestro. El continente oscuro que te albergó en sus brazos y te dio de comer la atmósfera del miedo. Soy la teta que sangra, el pecho malo que te persigue en sueños y en la vigilia te cuida para que no crezcas. Yo soy la atrapadora, la inevitable, la siempre presente hembra que te parió para que fueras un pedazo de ella, no más, y tú lo sabes. Te albergo en cada vientre que visitas, en cada muslo estoy; en cada vulva que atropellas te doy la mala suerte que pretendes esquivar. Me llevas en las venas como una maldición. Me pares en tus actos. Me ocultas y me ridiculizas y me ultrajas y me quieres negar o controlar, pero yo me aparezco en gran formato para velar por ti, pequeño asustadizo, para acunarte nuevamente con mis manos suaves, mis manos de mamá, y te arropo, y te arrullo, y te guardo el secreto.

La tertulia
Entre nosotras cabe hablar de todo.
Aquí dentro, con la fruta y el vino,
al calor de la estufa y el café,
se generan tormentas, hecatombes,
guerras civiles, asesinatos, pullas,
con desenlaces suaves y ondulantes.
La vida es este pan horneado
que compartimos todas,
que masticamos con un poco de rabia
y deglutimos con dificultad.
El chisme nos redime
del himen lastimado de la Historia.
La chorcha es el regazo de la madre,
el lecho al que volvemos destempladas.
La charla le da cauce
al encharcado fango del dolor.
Estalla la venganza en un chasquido
y en el chiste enchufamos la plegaria
que nunca fue escuchada por el dios de los hombres.
Caen las palabras entre las mujeres
como cantos rodados en el río.
Caen manchadas de sangre y de recuerdos.
Van dejando en su caer las huellas,
los ecos y los signos
de tiempos milenarios.
Vienen de lejos,
de otras voces antiguas y profundas
que un día se reunieron
alrededor del fuego.
Llegan hasta la orilla
de este hogar bullicioso
y se acomodan ebrias y cansadas,
eufóricas y tristes en torno de la mesa.
La tertulia es el lugar seguro
donde no llega el exterior a perturbarnos.
La palabra es el arma que nos queda,
la flor que nos estalla en el vacío,
el poema que se volvió refugio.

Respuesta de la hembra
Ser hembra y no ser hombre. Sembrar la e en el nombre y abrir la última a, dejarla reposar sobre la curva que suaviza el gesto manuscrito como en un ademán de cortesía. Ser hembra y no ser sombra del sustantivo altivo, no ser hombra. ¿No ser? ¿Está en ese no ser mi advenimiento?
     Han signado mi género animal, mi genital, en negativo. La ausencia ha sido marca y huella de mi destino trágico. ¿Quién definió el alumbre? ¿Quién explicó la falta como una autoridad de mi materia? ¿Quién dio con el misterio de ser, de devenir mujer?
     Soy, para empezar este ajuste de cuentas y de cuentos, la oscura cavidad, no el continente negro, demasiado selvático y poblado, con demasiados pelos y señales, ¡no!, la húmeda cueva por la que resbala cualquier imagen que quisiera fijarse para no sucumbir. El aborto de sangre y luz que arroja a las generaciones por el canal del tiempo. Madre es un ser abyecto y poderoso. El vientre me dota de su dote, me dona el don de ser mortífera y germinativa, así, en gerundio.
     Madre me tiene presa, sin embargo. Me aprieta su etiqueta, me estorba el halo que el terror de su poder auspicia. La interpelo, le quito el pelo y la señal, la internalizo y de su significado me deslizo. Quiero un clítoris duro, un labio blando, un estertor rosado en la vagina. Quiero una vulva franca, una panocha estupenda que establezca el dibujo con sus acentos líquidos. Soy algo más que un pene que no existe, que un anhelado falo disruptivo y procaz en mi figura femenina y famélica de fuego.
     Soy la fe femenina, la figura furtiva de la efe, la identidad de la i en toda su virginal plasticidad, en su funcional alegoría.

Mujeres de JiÅ™í Anderle / Carbón y grafito sobre tela / 230 x 150 cm  / 2018


 

 

 

Las bestias de JiÅ™í Anderle / Carbón y grafito sobre tela / 230 x 150 cm   / 2017

 

 

 

 

La virgen de usi  / En colaboración con Martha Pacheco / Carbón y grafito sobre tela / 240 x 350 cm  / 2017

 

 

  Mujer con espejo i / Carbón y grafito sobre tela / 240 x 180 cm / 2016

 

 

 

 

Mujer con espejo ii / Carbón y grafito sobre tela / 240 x 180 cm  / 2016

 

 
 

 

El desayuno / En colaboración con Enrique Oroz / Carbón y grafito sobre tela / 280 x 370 cm  / 2017

 
 

 

Aquelarre  / En colaboración con Martha Pacheco  y Enrique Oroz / Carbón y grafito sobre tela / 280 x 420 cm / 2017

 
 
  Gigi, Millie y Vane / Carbón y grafito sobre tela  / 250 x 320 cm  / 2017
 
 

Las luchadoras / Carbón y grafito sobre tela / 234 x 244 cm / 2016

 
 

Las piadosas ii / Carbón y grafito sobre tela / 234 x 244 cm / 2017

Hembras, de Juan Carlos Macías y Víctor Hugo Pérez.

Exposición en el Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara, del 15 de marzo al 17 de junio de 2018. Curaduría de Ricardo Duarte. Fotografías de José Antonio Macías / VacaMorada

 

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