Tijuana John K / Rafael del Río

 

Hay fronteras imaginarias que provocan que la relación con el otro se base en el prejuicio y en el miedo. Las fronteras imaginarias construyen fronteras físicas: muros que dividen a la gente de una mirada a otra, de una piel a otra, en calles, colonias, ciudades y países. Tijuana es el paso fronterizo de mayor flujo migratorio del mundo. En su camino «al otro lado» a los migrantes se les confunde con delincuentes. Más de 4 mil personas han muerto en los últimos 10 años al intentar cruzar a Estados Unidos. Jalisco es el segundo estado con mayor migración de México. Todos los jaliscienses tenemos por lo menos un amigo o familiar en «el Norte».  En el país que se deja y en el viaje que se inicia los que se van construyen identidades divididas y cambiantes. Muchas veces, el «sueño americano» enfrenta a las vidas de los migrantes con la violencia, la clandestinidad, el abandono y la muerte anónima. En ocasiones, con esas vidas se tejen la solidaridad y la esperanza. El camino hacia el «sueño americano» tiene múltiples caras. Sus imágenes son espejos en los que nos reflejamos para darnos cuenta de que somos parte de una sociedad fragmentada por muros que, para mal o bien, crean espacios con valores propios y muchas contradicciones.

Tijuana John K es una serie de fotografía documental y experimental de la vida en la frontera de Baja California, en México, y de California, en Estados Unidos. El uso de una cámara de juguete permitió «errores» técnicos, como la unión de negativos desde el momento de la toma, velos de la película y la saturación del color en los procesos  de revelado.

La instalación Cristo migrante fue realizada con ropa recuperada por el grupo fm4, que ayuda a migrantes en tránsito en Guadalajara. Las 72 veladoras se prendieron en recuerdo del mismo número de migrantes muertos en San Fernando, Tamaulipas. 

 

Comparte este texto: