Poemas / Gabriel Cosoy

                         Vamos

 

y en realidad

no hay avión, ni coupé, ni tren

 

Transitamos por un rojo costado a una velocidad

Rara…

 

El espejo retrovisor siempre está empañado.

 

 

***

Cada vez

que enciendo un fuego

mis uñas quedan negras

 

No es una señal o un oráculo a descifrar.

 

Es nomás

Parte del carbón

Y de una genealogía hecha de grasa animal quemada

En el asador

 

 

Es la porción de humo que retengo

En mi carne.

 

Es lo único que queda vivo del proletariado en mí

La imagen de mis uñas con un bordecito negro de hollín.

 

 

***

 

 

Un perro aplastado

La mitad delantera estaba intacta

Y viva

La otra

La trasera

No estaba

Simplemente

No estaba

Velocidad inaudita

Propiamente inaudita

 

Velocidad de vegetación ondulada

 

Campo entrerriano

 

Una pampa de inesperadas dimensiones

 

Allá arriba iba el medio perro de ojos entrecejos y nariz desafiante

La luna le hizo honores

Persigue

Aúlla una desesperación

Destino ondulando.

 

 

Comparte este texto: