Juan Antonio González Iglesias / Siete hectáreas de bosque

Siete hectáreas de bosque, que podrían

ser viñedos, o trigo

esperando la siega,

probablemente páramos,

pero serán de bosque,

porque una fundación

privada, que prefiere lo concreto,

lo que pesa, ha plantado

siete hectáreas de bosque

a favor del futuro.

 

 

 

Inesperadamente

 

Lo esperado sucede inesperadamente.

A veces no hay campana, no hay trompeta, no hay canto

ni heraldo ni siquiera jilguero que declare

la entrada del milagro. Es la vida de un hombre

en su mundo de límites cada vez más pequeños.

Como el agua que fluye pasarán muchos meses

hechos de muchos días. Habrá que darlo todo

por perdido. Dormirse muy cerca de la nada.

Pero despertaremos. Un día de febrero

respiraremos aire que contendrá futuro.

Se acabará el desorden de nuestros corazones

y se ensanchará el pecho de los que se angustiaron.

Con el mismo silencio y la misma dulzura

con que llega la nieve, se cumplirá de pronto

el nombre del arcángel que significa Dios

ha curado.

 

 

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