El arte de ver monos en todas partes / Jis

Un ojo pequeño es una o y un ojo saltón de conejo es el 0. Una esponja amarilla es Bob Esponja y la Señora Pots es una tetera. Las tragedias son crueles cuando se inmiscuye un pequeño ciervo dibujado, quizá los políticos son simpáticos cuando se convierten en monos y los niños juegan con sus perros. Hasta aquí todo parece asunto de cuerdos.

    Konrad Lorenz explica que los animales se tornan cordiales, tiernos y amorosos cuando el humano que los observa les confiere algo de su humanidad, algunos rasgos o actitudes. Un mono es simpático cuando se rasca (actividad que en los humanos resultaría algo bochornosa); un conejo resulta gracioso con un sombrero de copa y un feroz oso implica ternura si se le agrega un ramo de flores en la «mano» derecha. El padre de la etología añoraba un mundo donde los animales resultaran simpáticos, tiernos y amorosos desde su propia animalidad. «El perro Snoopy conduce a la última frontera metafísica de neurosis de adaptación fracasada», dice Umberto Eco.

    «Le chien du commissaire aboie» (El perro del comisario ladra) es la frase utilizada por A. J. Greimas para ejemplificar que la inmensa mayoría de los chistes consisten en oposiciones isotópicas: «El chiste considerado como género literario eleva al nivel de la conciencia las variaciones de las isotopías del discurso, variaciones que se aparenta camuflar, al mismo tiempo, por la presencia de un término conectador». El chiste consiste en alteraciones lingüísticas. El mono es la isotopía del discurso visual: altera en sus líneas los modos de observar la naturaleza de las cosas o las cosas de la naturaleza, por eso en mono lo gracioso aumenta sus posibilidades, incluyendo diputados y el hambre en África.

La mente de un monero con lápiz, tinta o un programa de diseño es un diccionario: «Los hijos de las parejas en las que ahora se fomentan las minusvalías cacográficas nacerían con igados en lugar de hígados. No sabemos cómo funcionan los igados, pero lo más probable es que segreguen vilis en lugar de bilis, lo que dispararía el gasto hospitalario para sacarlos adelante», dice Juan José Millás. Lo mismo para los moneros, pero en dibujitos; el artista encuentra los monos que no vemos y algunas veces y sin pudor alguno los exhibe en diarios, revistas o por la radio. Hasta aquí seguimos cuerdos.

Vemos formas en las nubes y normalmente encontramos monos: un algo dibujado que nos explica mucho del mono que somos. Ahora se nos cae la piel y terminamos en círculos y cuadrados. «Un cuadro es una colección de manchas de color que se unen para formar un plano y finalmente forman el objeto, el fragmento sobre el cual el cuadro vaga sin intervenir», decía Pierre Bonnard. El mono está allí siempre, sólo hay que unir las manchas de color en cualquier plano: dos ojos saltones aquí (00), una sonrisa en la corteza del árbol, un ejército de tapaderas de champú cantando poemas de Lorca. Suena el timbre y es un oso bañado en lágrimas con flores en la mano, cruza la avenida un perro pensando en el peón aislado de dama, la preocupación de la araña del baño cuando se enciende la regadera, la voluntad que Édgar olvidó por aquí en la borrachera del domingo, la rodilla que se queja y la ardilla del tronco que JIS levantó para encontrarle más monos, el detonador de monos disfrazado de juguete que robó a un niño la semana pasada, las patitas colgando del disco de Pixies arriba del montón de colegas.

En ocasiones, JIS no puede cerrar los ojos debido a la muchedumbre de monos suspendidos de sus globos oculares. Borges sólo veía al zahir. La lección de hoy es la sensatez de la mirada monera, casi ordinaria, casi normal. Es de cuerdos encontrar monos en todos lados, ya las acciones de cada mono conciernen sólo al diván. «Qué empresa fácil no pensar en un tigre…».

Detrás de la moneda de Borges está Dios. Entonces es de artistas ordenar la monería universal. Qué gusto encontrar un mono en una bolsa de papas fritas. South Park los encierra en Imaginolandia y Jis organiza el caos animado en cuadernitos. Reciba las flores del oso y regístrelo por tema en una de las siguientes libretas de JIS: Continuidad vaga, Para los foros o blogs, Tejo Bejuco, Músicas que necesito, Querido diario, Oxas manois, Las descalzas, Escrito para después del mono, Pendientes de neta, Mini bitácora para la mochilita, Otro día, Hongo, Vago narwilli, Vida del artista y gente conga, Lista de propuestas de nombres para DJs / revistas / mascotas / grupos de rock, Lo que viene siendo, Temas, Archivo de ideas, Llave de paso, Manitas penas, Lista de precios, Emblemas y logotipos, El primer mono del día, El famoso libro de los pleitos de JIS y Kenya, o en el Cuadernito rojo de chistes incomprensibles. «¡Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que los acomete!».

DOLORES GARNICA

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