No apto / Anindita Das

Hay una situación desesperada hoy en casa. Kushal lo adivinó bastante bien por teléfono. Pero al llegar se dio cuenta de que la situación era mucho más fuerte, compleja y grave de lo que había previsto. Su hijo Atri tiene los labios hinchados y está como indefenso. Se entiende que hoy por la tarde no pudo ir a jugar al parque. La madre de Atri, Ahona, está en la habitación con la luz apagada. Al llegar, dejó el portafolios de la oficina, se lavó las manos y tomó a Atri en sus brazos como todos los días.

      Kushal cargó a Atri y le preguntó:
      —¿Has comido algo por la tarde?
      Atri, atemorizado, le respondió:
      —Mamá me dijo «Hoy salió el resultado del examen, comerás pizza». Pero no me la comí. Ella está muy molesta, padre. Recibí una d en dibujo. Por eso Paoli, la maestra, dijo: «No podrá ser el primero». Al volver a la casa mamá lloró mucho. Llamó al maestro y le dijo: «Ya no estudiará más dibujo».
      Kushal llevó al niño a la habitación. Intentó entender la situación, encendió las luces. Ahona estaba acostada con la cara hacia la pared y con las manos presionadas contra su cabeza. Dijo en voz baja:
      —Apaga las luces. No estoy de buen humor, sal de aquí.
      —Ahona, Atri no comió nada por la tarde. Sólo estudia en el segundo grado. ¿Qué castigo le das, no comer y no beber nada? ¿Entiende él qué error ha cometido? Por favor, siéntate. No ha cometido ningún delito tan grave para que reacciones así —le dijo Kushal.
      Ahona saltó y se sentó en la cama:
      —Es normal que digas eso. Todos pueden hablar con esa seriedad. Sales de la casa por la mañana y vuelves por la noche. ¿No entiendes cómo lucho con este chico todo el día? Nunca me he concentrado en mi carrera. ¡Bailaba Odyssey tan bien! Todo lo dejé por mi hijo. Qué no hago por él, dime. Obtuvo buenas notas en todas las asignaturas, pero no es apto para el dibujo. ¡Qué vergüenza! ¡Qué pena, qué insulto! No podré enfrentar nunca a Rumela, a Sweta, a Bithi. Todos sus hijos han aprobado en dibujo. Su nombre, Atri Majumder, debería haber estado al inicio de la lista, en lugar del hijo de Sohini, Hridayjeet: a pesar de que tiene notas más bajas en matemáticas e inglés que Atri, ha destacado en la primera posición. ¡Una vergüenza, qué vergüenza! No puedo hacértelo entender ni sentir.
      Kushal respira profundamente al escuchar las palabras de Ahona y le pide a Atri que sea muy respetuoso.
      —Hijo, ¿qué debías dibujar? ¿Te acuerdas?
      Jugueteando con los ojos, dijo a su padre:
      —La maestra escribió en el pizarrón: dibuja todo lo que desees. Inmediatamente comencé a dibujar un palo y una pelota de críquet. ¡Sabes cuánto me encanta jugar al críquet! Ya no miré el pizarrón. Luego, cuando terminó el examen y la maestra vino a recoger mi copia del dibujo, dijo: «¿Por qué dibujaste un palo y la pelota? Escribí entre paréntesis y les di dos opciones: paisaje del pueblo o un partido de futbol. ¿Por qué dibujaste una pelota y un palo? ¿No viste las opciones? ¿No podrías dibujar un escenario o un partido de futbol?».
      Atri salió de la casa con su papá, comió helado y pizza. Cuando volvieron, el pequeño Atri se durmió. Los próximos siete días eran vacaciones, después la escuela abriría. Su papá dijo:
      —Papá tomará vacaciones por siete días. Te llevaré a la casa en el pueblo donde crecí. La casa del campo de Guskarai en Burdwan.
      El padre estudió en Rammohan Boys School. Y le cuenta una historia muy interesante. En el examen de dibujo en la escuela, el maestro escribió en la pizarra: «Dibuja lo que desees». Papá era tan joven entonces como Atri. Inmediatamente papá dibujó un palo y una pelota. Y no pudo hacer el examen. La razón: el maestro había escrito entre paréntesis «Dibuja una mañana de invierno o una fiesta». El padre sabía dibujar ambos, pero, como su hijo, amaba tanto la pelota de críquet que, tan pronto como tuvo ocasión, comenzó a dibujar el palo. No vio eso entre paréntesis.
      ¡Papá tampoco aprobó el examen de dibujo!
      Atri se ha dormido durante mucho tiempo. Se cree que la cabeza del niño que duerme está acunando sus manos en el seno. Después de que fue rechazado su dibujo durante la prueba de la clase de habilidades, una alegría había inundado su casa. El tío mayor trajo dulces y tapas calientes de mohan y celebró al «No apto». Su padre regresó una noche a casa y le dijo:
      —Vas a ir a Calcuta mañana conmigo, hijo. Te compraré un buen palo y una pelota de críquet. Hace tiempo que los querías, ¿no?
      Su madre le dijo:
      —Yo compré un guante también. Vaya. Le gusta mucho el juego de críquet.
      Ese día, los padres y todos en la casa le explicaron a Atri lo difícil que es ser niño.
      —Debes tratar de convencer a Ahona para que se sienta bien. El problema de Ahona fue no entender el dibujo de un niño. A medida que crecía, estaba a punto de volverse incómodo el problema cuando pensaba en lo horrible que había sido. Kushal aprendió que se debe tener cuidado de no entrar en pánico en la infancia. No importa cuál sea la complicación en la vida, el niño es más importante. Si no, la habilidad de ser padre fallará para siempre.

 

Traducción del bengalí de Dibyajyoti Mukhopadhyay.

Comparte este texto: