Poemas / H. S. Shivaprakash

Perdido y encontrado en La Habana
para Deyanira

Estuve perdido hace un momento
Como un precioso anillo perdido en el río
Como mi amada perdida en el mercado
Como mi gurú  perdido  en  una  isla  de  caníbales
Como mi único hijo perdido en el bosque
Repleto de leones hambrientos
Como un pasaporte perdido en un país muy lejano
Como mi juventud perdida en insomnes noches solitarias
Como un glorioso sueño que perdí
En desvelo
Pero tu fragante afecto
Y tu acogedora ciudad
Me sacaron del olvido
Y me trajeron de vuelta a mí mismo
Sí, me he encontrado a mí mismo a través de tí
Y he empezado a recuperar
Mis océanos, islas y ciudades,
Mis palacios y templos perdidos
Y mis poemas incompletos

 

El 1-11-2013 en La Habana
para Heidi

Hoy es tu último día en esta magnífica ciudad
Llena tus ojos, Shiva Prakash,
Con la tierna luz dorada del amanecer;
Sumérgete
En las ardientes aguas azules de su bahía;
Sigue
El brillo de su vasto cielo
Hasta el límite de su resplandeciente horizonte;
Reverencia
Los monumentos de sus héroes,
Que dieron su aliento y su vida,
Para liberar esta tierra del yunque del gobierno extranjero;
Da tres vueltas
Alrededor del árbol de ceiba que concede deseos
En el centro de la vieja ciudad;
Reza desde lo profundo de tu corazón:
«Que ningún país en esta vasta tierra
Sea presa de los golpes de los EstadosUnidos »
Siente suavemente
El delicado cuello blanco, como de cisne,
De esta chica, Heidi, dulce y tierna;
Desentraña
Los secretos de las mechas de su pelo de plata
Que despiden prematuramente su juventud;
Éste es tu último día
En esta conmovedora ciudad
Éste podría ser también tu último día
Suplícale al sol,
Rézale a la luz:
Que su corazón, ahora vacío, se llene de amor otra vez;
No dejes que el engaño de la capital
Que convierte a los hombres en demonios egoístas
Se acerque a su país

 

Nataraja

Eones y eones de quietud tocan a su fin.
Desde el vientre del silencio, ¡escucha!, ¡los redobles del damaru!
Hollado tiempo, despierta el cuerpo humano,
avergonzado hasta la inercia por los que dan la muerte
que han encadenado incluso el alma, el danzantenato.
En renovada primavera cósmica, han nacido 
el danzante y la danza para pisar con fuerza 
e invertir la larga historia de la inmovilidad.
Las manos que cubrieron los vergonzosos órganos
se abren ahora con gozo y orgullo para abrazar
la infinitud del espacio que se expande.
Así los tres ojos para hacer, de cada uno,
uno con las inmensas undosas alegrías del mundo
como las lenguas llameantes de un millón
de cobras, las encendidas hebras
de los confusos rizos esparcidos en todas direcciones;
como hacen los rayos del sol y de la luna
de esos dos ojos que brillan mientras el llameante 
manantial del tercer ojo prende fuego
en todo lo ciego, lo sordo y lo mudo. ¡Baila ahora,
oh Destructor omnímodo! ¡Oh pies danzantes!
¡Oh antorcha hecha cuerpo ! ¡Oh oscilante torso! ¡Oh damaru!
Todo tú iluminado suavemente por el creciente de la luna,
donde pasados y futuros todos son presente.

 

Versiones del inglés de Deyanira Rodríguez («Perdido y encontrado 
en La Habana » y «El 1-11-2013 en
La Habana ») y Clara Janés («Nataraja»), a partir del canarés.

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