Poemas / Kynpham Sing Nonkynrih

Ïing Sad: guía de turistas

Estos pilares, comenzó, roídos y ennegrecidos por el tiempo,
han sido traídos de los raijs, las provincias de
Sawkher Lailyngdoh y Mawshai, hace muchos siglos,
cuando fundaron el Hima de Shillong.
Este cuarto oscuro ha sostenido cabras sacrificadas
durante miles de festivales.
Esta negruzca puerta con líneas horizontales marca con cal
la cantidad de cabras traídas de cada raij en cada festival.
Ésta es la sala más amplia, el sanctum sanctorum;
apenas iluminado por aquellos agujeros en el techo de paja.
Todo aquí está negro por el tiempo:
esta estera de bambú junto al hogar
ha sido asiento de un siglo de sacerdotes y duhalias,
y el hogar ha sido cálido y los ha entretenido
por miles de años, cada año.
Estas ocho vigas atraviesan el techo
para proteger al palacio de terremotos:
el humo de la madera los ha ennegrecido con hollín,
incluso a este sacro tótem rodeado por la estera de bambú.
Esto sólo puede tocarlo el Soh Blei, Fruto Divino,
el gran sacerdote y la Syiem Sad, Reina Madre.
No puedo decir por qué, pero como pueden comprobar,
todo aquí es antiguo y misterioso, e inamovible, excepto
el techo al que añaden una nueva paja cada primavera,
meses antes del Pomblang, el festival de danza y rituales.
Este triste Ïing, la Casa de la Reina Madre,
en forma de caparazón,
no lo encuentra hermoso ni majestuoso.
Tampoco lo ve único porque fue construido sin clavos,
ni siquiera le interesa compararlo
con el Arca de Noé. Lo que en realidad le intriga
es el ritual que regenera el techo. Es una gran lección:
incluso los ciclos de la cultura requieren un nuevo techo al año.
Esta casa ejerce su atracción hacia él como un lazo de sangre
mientras una enorme tristeza lo sofoca al pensar
que aunque no sea nuevo el techo, una nueva casa se construye este año.

 

 

Una cabeza de cabello blanco

The sign of winter is a head of white hair.
Soso Tham

Ask me about women, for here I am
A doctor who knows their circumstances.
A man with white hair or one short of cash
Has no share left in their affection.
De «Noche 170 » , Las noches arábigas

Lleva una cabeza de cabello blanco
y una cara con el triste vandalismo del tiempo,
y las mujeres de la familia lo miran con curiosidad,
hasta exclamar: «¡Cómo ha cambiado .
Atrás ha quedado el brillo eléctrico,
esa risa silenciosa en sus ojos,
invitando, atrevida, burlesca…
esos ojos que se levantaron de manera inesperada,
la apertura de los pétalos, el amanecer partido en dos,
el día que comienza con un nuevo entusiasmo—
ojos, clama en la desolación,
¿no hemos conocido ya esos ojos
que bailaron traviesos mirando tus ojos?
¡Tejedores de romances y oscuras fantasías !
Cada uno había sido una posibilidad,
un amor, una alegría, una celebración…

Lleva una cabeza de cabello blanco,
debe forzar un noble desinterés en sus ojos
como si no tuviera sentimientos.
No hay belleza para los ancianos,
deben mirar y perecer,
su adoración es abominación,
todo lo bueno es memoria.

Lleva una cabeza de cabello blanco,
y ella le dice, Tali,
esta criatura de veinte,
«Dale color,
todavía eres suficientemente joven,
dale color,
hazlo por mi bien » .

 

Versiones del inglés de Carlos Vicente Castro.

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