La atracción del cuerpo / Alicia Fajardo

Preparatoria de Tonalá Norte

 

    Esa noche fue la más hermosa de mi vida después de esperar tanto tiempo…
    Cada noche vuelvo a este lugar para recordar todos los momentos de amor, tristeza y alegría que juntos compartimos, para sentir su respiración sobre mí. Con unos calosfríos cada vez más intensos, mi cuerpo sudaba todavía más y el dolor se hacía cada vez mejor.
    El recuerdo sigue presente en mí. Lo  extraño, ¿sabes? Mi alma quedó destrozada desde que lo perdí. Sentí miedo… esas miradas.              Introdujeron objetos raros en mí y sangraba bastante… esas miradas… No te imaginas, al verlo sentí que no sobreviviría.
    Un “te quiero” y un “te amo” acompañados de unos besos y unas caricias que rodeaban mi cuerpo.

    ¿Quien diría que después de tanto tiempo nos encontraríamos de nuevo? Ahora terminaremos lo que comenzamos. Mírame, ahora soy toda una mujer, como me enseñó mi madre. Al igual que tú, concluí mis estudios que tanto anhelaba. Mi madre no se enteró de lo que pasó entre nosotros, y nunca lo sabrá. Quiero  que sepas que sufrí,  fueron momentos difíciles; pero sé que tenía que hacerlo, eso era lo mejor para ambos… Te amo.
    Desde que supe que tus padres te mandaron a Londres para concluir tus estudios, no sabes cómo reaccioné, creí  que nunca volvería a saber nada de ti.
    Mi cuerpo se mueve lentamente sobre ti, siento cosquilleos sobre mi piel, tus labios húmedos, tus manos tocan mi parte inferior y mis pechos. Ansiosamente muerdo tu oído. Mis manos caen suavemente rodeando tu espalda. Tu  respiración agitada; estamos cada vez más cerca.
    Me miraste a los ojos y por primera vez me dejaste comer algo de ti ―que, por cierto, disfruté: ese sabor, el olor que salía de ambos…
    Ese  cansancio. Los  orgasmos que vienen y van uno tras otro y quiero más. ¿Te gusta? ¿Quieres más?  Muévete, juguemos… ¿Quieres?
    Es impresionante. Yo, como toda mujer, me dejo llevar por las sensaciones…No lo puedo creer, después de lo que hemos hecho, aún lo repetimos, pero está decidido que ahora no cometeré el mismo error…

 

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