Poemas/ Martí­n Batallés

Daniel

Hablé con Daniel
el otro nombre de ya sabés quién
me dijo que te dijera
que viene con sed
Daniel
que ni siquiera nos deja nombrarlo
ahora quiere que hagamos
como si las órdenes no las diera él
que dejemos de reunirnos para hablar de él
para pensar en él
para tratar de imaginar qué haría él
que ya no es necesario
seguir con lo de las cabras
ni con lo del bebé
Daniel
me dijo que te dijera que está viniendo
que quiere el cuarto de las nenas para él
que sacáramos los pósters
las sábanas con corazones
que pintemos todo como le gusta a él
del color que ya sabés cuál es
que el cajón y la pintura las paga él.

 

No vale vichar

De jogging y chancletas
en el asiento de un ómnibus
que va del centro a Punta Carretas.
Viernes de noche
es mejor que el cable
mejor que telechat
te sentás en la oscuridad
a verlos estacionar.
Adentro de un Citroën
se ve una cara que aparece
y después se desvanece
muchas veces.
Es peligroso
pero están tan concentrados
que podrías acercarte
y escribir tus iniciales
en el vidrio empañado.

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