El amor después de tener el corazón roto / Lorena Elizabeth Noria Robles

Preparatoria 13, 2014 B

Todo es un gran vacío, simplemente me destrozaron el corazón. No sé porque lo hizo, no sé porque pasó, sólo sucedió. Ahora sé que todo en el amor es así, comienza por un hola, un hola que se hace algo constante y que vuelve todo una ilusión. Cuando ya estás enamorada y totalmente perdida, crees que todo es maravilloso, crees que todo esta vez es diferente, pero no lo es: se repetirá la historia y volverás a vivir lo de antes, no quedará más que el dolor, el dolor en una marca y la marca serán los recuerdos, las experiencias y, más que nada, el sufrimiento. Sé que el sufrimiento es una elección, pero el dolor es inevitable y siempre viviremos con eso porque esas son heridas en el alma y el tiempo no las cura, sólo las olvida, pero aquí no existe el olvido… o tal vez sólo por unos meses, por unos años, pero no para siempre, no lo suficiente, pues tarde o temprano algo te hace recordarlo, algo te hace volver a vivirlo, algo te hace volver a sentirlo y así pasa, lo sientes de nuevo, porque si hay algo que siempre esté presente, es el dolor. Pero, pese a todo, sigues con tu vida. Por una u otra cosa aún te queda una esperanza de que será diferente, de que la próxima vez será distinto, que encontrarás alguien más y que él sabrá valorar tu amor y tu corazón. Y aquí sigues, estás viva porque eres demasiado cobarde para acabar con tu vida; sabes que vives, pero no lo sientes.
     De pronto, cuando no crees en nada ni nadie, llega alguien que te hace mirar de nuevo hacia el cielo y ver que vale la pena seguir adelante, alguien que pinta la vida color de rosa, que hace todo mejor, que pienses que fue la mejor decisión de tu vida estar con él y que estés tan segura de ello.
     Va de nuevo: o te engañan o te piden un tiempo… un maldito tiempo para reflexionar. Por Dios, ¿por qué si no estabas seguro de tus sentimientos, vienes y destrozas los míos? Aunque todos sabemos que ese “tiempo” es “me gusta alguien más”, en realidad. Todos son uno cobardes. ¿Por qué no decirlo cómo es? Preferiría que me hablaran con la verdad a ser engañada y que me doliera como ahora.
     Hoy el amor que sentía por ti es odio. Ahora creo que nunca me quisiste y sólo me utilizaste. Eso hacen los hombres, te utilizan para olvidar a alguien más y juegan con tus sentimientos, te destrozan. Malditos hombres, estoy harta de eso, harta de sufrir así, harta de que siempre sea lo mismo. Esto siempre lo recordaré, lloraré como hoy lo hago, sola en mi recámara, con mi perro a un lado y escuchando a todo volumen “Alone again” una y otra vez…
     Quiero vivir tranquila. No más hombres en mi vida, no más ilusiones, y más catorces de febrero encerrada en mi casa. Pero viviré feliz y será sin ti….

Comparte este texto: