Verde, muy verde / Octavio Ávila

Preparatoria 7

El desierto mundo estaba verde muy verde. Cómo olvidar cuando el mundo era azul y me dijiste “Me siento triste, muy triste”. Nunca contesté y ese día llegó el dragón. Hoy hemos quedado solos muy solos, tú flaca y blanca, cadavérica, casi muerta, y yo con el último libro que me queda; tuve más de noventa y he leído éste más de noventa veces porque el dragón acabó con todo: nuestros libros, nuestros blancos muebles, nuestro hogar y tu cabeza.
    Ahora, el dragón es nuestra casa y yo, parado junto a mi banquita que alguna vez fue un diente de la bestia, releo mi libro, te veo, te hablo y nunca me contestas, muerta, muy muerta, porque estamos solos, muy solos y el mundo esta verde, muy verde.

 

 

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