Poema / Claudia Schvartz

in memoriam
    
     El oro del té. La página devota. La mano.
     Basta el lápiz dejándose guiar
     ¿qué he visto entre las enredaderas alzarse?
     Retrocedo en mi mirada
     ¿Qué palabra? ¿Qué sonido?
     ascendente en arco sobre el agua
     ella, fugaz, me saluda desde su sillita de paja
     De amor me colma
     Y ahora, de nuevo, tan frágil
     estoy aquí para decir he visto
     hoy mi sentido es ése
     ¿acaso debería ser sencillo?
    
    
    
     Ofelia
    
     Aquí consistencia, ardor, certeza
     Aquí vacío, huella, remembranza
     Lo único que puedo
     frente a la luz incierta de la vela
     es escribir la irresoluta carta
     que mañana el río
     desleerá
     Al contacto con el agua
     la tinta dibujará fantásticas serpentinas
     dragones, mis palabras,
     temblarán en la superficie
     cada vez más transparentes
     Y el papel, abstracto vegetal
     volverá hacia el limo
     ya sin filo
     su lento desempeño
     de forma y contenido
     Por cortejar
     la corriente acompañará con frutos
     y hojas, pétalos, levísimas semillas
     De vuelta al patio
     rozaré el joven gajo
     que a mi palma recuerda
     el porvenir

    

Comparte este texto: