La risa / Piedad Bonnett

 

Atormentados y finales como un desahuciado reciente

que apenas balbucea y maldice con ruda palabra su suerte

 

así tú y yo amándonos y odiándonos

cada uno en su esquina en su pequeño espacio de verdades

levantando su precario edificio de naipes

 

Y entonces

un roce un gesto una torpeza inevitable

hacía caer la risa sobre nuestras cabezas

como un paracaídas de colores que abre todos sus pliegues

y se tensa

y deja que entre el aire y lo conduzca

caprichoso y seguro hasta la tierra

 

La risa hacía que los cuerpos se buscaran

dóciles ahora y alegres

perdonando

 

Tu risa vuelve a veces con sus ecos

hasta la noche altísima donde te has instalado como un silencio nuevo

y yo río contigo te celebro

 

y mi risa es mi llanto.

 

 

Comparte este texto: