Poemas / Armando Uribe

     Cómo voy a saber hacer la caridad
     siendo un canalla… ¿Dice la verdad
     el canallesco? Sólo si es un cínico
     consumidor de su ceniza, o clínico
     sádico masoquista, o bien un quiste
     canceroso que expone su tumor (su temor)
                     como un chiste.
    
     Pasé a creer que no creía
     ni en Dios ni en la Santísima
     Trinidad. No es creer —es la mismísima
     ciega adhesión brutal de amor cual la tenía
     con mi mujer y prole y parentela
     —en ellos no creía: éramos de la misma tela.
    
    
     Tendría que tener dos corazones
     pues yo creía habérselo robado
     cuando la conocí; fue falsa alarma
     pues al morir se lo había llevado
     y yo quedé sin él, sin alma ni arma,
     y nada saco urdiendo unas razones.
    
    
     Quisiera que la muerte me quitara la cara
     de un manotazo, el pellejo sacara
     despegando la goma de la máscara
     dejando encima de la calavera
     la tierra de espinillas y de aftas y viruela
     nativa innata y rugosa de vieja.

 

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