Formación de poetas / Elvira Hernández

     Los poetas nacen solos.
     Con un poco de humedad y hacinamiento
     ya están arriba como las callampas.
     No hay que intentar formarlos o reformarlos
     es perder tiempo y plata.
     Como nunca encontrarán las borradas bibliotecas
     leen en las cerraduras los malnacidos
     andan mirando por el ojo de la aguja. 
     Escuchan más allá de los audífonos
     aplastan las palabras dichas
     con una especie de matamoscas
     y lo que es peor no hacen ruido.
     No sabemos por dónde vienen
     si lo supiéramos les instaláramos un retén
     algunas vallas papales.
     ¿Estímulos?
     ¿Hay que ponerles el pie encima y
     tirarles tierra.

 

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