Trödelmarkt / Antonia Torres

     Pierdes un guante
     pierdes la mano completa al subir la escalera
    
     has perdido la cabeza
     hundiéndola en sillones desvencijados
     la ciudad entera perdiste un domingo ligero
     cruzando invisible el gentío un derroche
     los muebles tirados así a la calle
    
     el exceso sin más donde sobra
     recoges mendigo tu parte reclamas tu sopa
     alzando el tacho insolente malgastas
    
     el tiempo allí donde transan y gastan
     migajas y horas perdidas de mano
     en mano se pasan los días en dados cargados
    
     coronan la tarde un cerro basura
     baratijas allí donde extiende
     un mendigo no sabes si charla o saludo
     escarbas tu bolsillo un sillón apolillado
     pelusas botones tesoros ofreces
     la mano de un niño transpira en el fondo
     a toda asta el forro de un mueble
     das con la tela de un óleo en la calle
    
     cruzas ligero el gentío el suelo no rozas
     tiras el tiempo allí donde todo se tira
     el desdén y las cartas de poker los dados
    
     temes abandonarte allí justo
     donde todo se abandona
    
     lo mismo pierdes un guante
     tu retrato una mano un billete arrugado
     has perdido el tren o el tranvía
     no sientes no escuchas su paso
     ligero rozarte el abrigo y giras
     el viento o alguien pronuncia
     tu nombre preciso se borra allí
    
     coleccionan zapatos sin pares
     harapos horas y malas costumbres
     como hablar mientras comes
     o decir país en lugar de triciclo
    
     la lengua obstinada se zafa
     el arnés incomoda la marcha
     lo dejas caer en un tarro y suena
     el eco de una limosna o el timbre insolente
     un ciclista furioso reprende tu error
     te convierte en un niño y regresas llorando
     sin guante jamelgo ni papeles.

 

 

 

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