Ser estudiante de preparatoria / Erika Jocelyn Ramos Aréchiga

Preparatoria Regional de El Salto / 2011 B 

 

‘Ser’, el más universal y vacío de los conceptos. Sé lo que soy, porque sé que existo, mi entidad nunca será la misma que la de otro, pero también sé que no soy ni seré el único ser estudiante de preparatoria, todos tenemos la oportunidad de trascender y cumplir con un objetivo más de superación, la preparatoria sólo me prepara y estudio para prepararme. Curso un aprendizaje que me encamina a adquirir conocimientos para una nueva faceta de la vida, y es así como viene a mi mente la pregunta ¿qué es ser estudiante de preparatoria? ¿Qué preparación estudio? ¿Tiene valor ser estudiante de preparatoria?

Ser estudiante de preparatoria es el todo y la nada, simplemente es el limbo, y yo me vuelvo parte de él. Se pierde la noción del tiempo, el camino es tan largo pero se llega tan pronto. Me encuentro en la preparatoria por querer arribar a un nivel superior, soy como una oruga dentro de su capullo, esperando la metamorfosis, esperando el gran triunfo de mi maduración incompleta. Estudio para preparar mi conciencia de que algo nuevo me espera y que va fuera de las clases tan superficiales.  Ser estudiante de preparatoria es una falsa satisfacción y, siendo así, no me conformo, la visión de mis percepciones son vastas, ya que la preparatoria me hace ser un estudiante deseoso.

Me preparo para estudiar, aunque ciertamente ¿qué preparación estudio? Será acaso la introducción a varias ciencias o la planificación de una vida decorosa. Simplemente creo que todo va más allá, es una forma de vida. Estudio para prepararme porque el camino es constante y no es inmutable.

Soy estudiante de preparatoria, soy un estudiante fantasma porque me encuentro a un paso adelante de prevalecer con mis estudios y un paso atrás de estancarme en la inexistencia del ser y así vago por los pasillos caminando hacia el futuro, ingresé a la prepa sin tener idea de lo quería y eso es la nada de la nada, en cambio saldré con el pensamiento de saber a dónde voy, de ser un ente que ha excedido la expectativa de ser estudiante de preparatoria y eso es el todo, la esencia y el valor del estudiante es la racionalidad del ser, que me conduce a el logro académico esperado.

Aun así, ¿por qué tengo que estudiar la preparatoria? Llevar a cabo las tareas intelectuales de cada nivel de estudio es un beneficio en favor de quien lo ejerza; como propone Adolfo Sánchez Vázquez, “el individuo es responsable de su propia ignorancia”. 1 Por lo tanto, yo soy responsable de mi saber y mi cultura, por eso, si pretendo tener una profesión, debo adquirir estudios.

 Aun cuando ser un estudiante de preparatoria sea la nada comparada con la realidad de esa responsabilidad de adoptar conocimientos, es decir, que la preparatoria son conocimientos aunados y algunos reiterados, y es el aprendizaje de nuevos métodos de estudio con un solo objetivo: el encontrarme conmigo mismo para conducirme a una nueva etapa. La preparatoria me abre las puertas para elegir el camino que desee seguir para mi proyecto de vida.

Finalmente, ¿existo para ser estudiante de preparatoria? Sin temor a equivocarme, creo en la existencia no sólo mía, sino de todo ser para ilustrarse, hacer notar ante la sociedad y ante uno mismo la necesidad de estudiar, de prepararse,  permite llegar hasta el máximo límite.

 Me atrevo a decir que ser estudiante de preparatoria, más que orgullo, es un florecimiento, como lo expresa Hermann Cohen: “el ser no se apoya en sí mismo; es el pensamiento quien lo hace surgir”. 2 La integración de la prepa determina mi conocimiento, por lo tanto, me pongo a prueba y me apoyo en ello para progresar. Mi ser no tendría la esencia que ahora tiene si me basara en lo que simplemente yo creo, sino que la escuela me hace reflexionar,  pensar y me obliga a manifestar la contemplación de lo aprendido. Así es como dejo una pregunta al aire: ¿auténticamente existe el ser estudiante de preparatoria o solo es una falsa concepción?

 

ANEXOS:

Citas:
Adolfo Sánchez Vázquez. Ética. Grijalbo, México, 1969.
2)

  1. Jesús Heriberto Ureña Pajarito et al. Filosofía y humanidades, ejercicios de reflexión, el ser y el tiempo. CUCSH-UdeG, Guadalajara, 2007.

Editorial:, primera edición, 2007

 

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