e.p. / José Luis Enríquez Hernández

Taller Luvinaria-CUCBA

Al chocar con tu rostro noté que tenías unos curiosos cuernos, y aunque traté de no sorprenderme, fue muy difícil disimular, terminé sonriendo, haciendo, con ello, que esos cuernos se notaran aún más.

 

 

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