The Notwist, eine musikalische Wanderung von Weilheim nach Guadalajara / Ana Paula Santana

Situémonos 22 años atrás en Weilheim in Oberbayern, un pueblo de Baviera, Alemania, habitado por 20 mil personas. Markus y Micha Acher tienen 22 y 18 años respectivamente, llevan el cabello largo y les gusta Neil Young. Su padre es Julius, músico multiinstrumentista y fanático del jazz, cuyo sueño más grande es formar una banda de dixieland con sus hijos. A Markus le ha enseñado guitarra y a Micha bajo y trompeta; la banda se llama New Orleans Dixie Stompers y tocan en eventos locales. Los dos jóvenes alternan en otras bandas, pero nosotros nos hemos situado en 1989 por una razón: aquel año los hermanos Acher deciden formar The Notwist. Aunque las influencias musicales de los Acher habían comenzado con el folk tradicional bávaro, así como el jazz y el swing de Nueva Orleáns, una ola de música estadounidense reciente había llegado a sus oídos, y Markus confiesa que fue hasta escuchar aquello que se identificó con un género musical. Bandas como Dinosaur Jr., que experimentaban en el noise rock, y otras más violentas como Jerry’s Kids y Minor Threat, ambas de hardcore punk, fueron los referentes de la primera alineación de The Notwist: los hermanos Acher, guitarra y bajo, y su amigo Martin Messerschmidt en la batería. «Era un pueblo tan pequeño, tan conservador y tan aburrido que éramos adictos a cualquier impulso foráneo, cualquier cosa que hiciera el mundo más grande, como lo hacía la música estadounidense», recuerda Markus en una entrevista para Pitchfork. Un año después de formar la banda ya tenían un lp titulado homónimamente, con un sonido crudo, distorsionado y viril en el que apenas se reconoce la voz de Markus en melodías que visitan lugares comunes del punk y sus derivados. Pero dos años más tarde graban Nook, un disco donde ya es audible la complexión que tomarían más tarde: aleación de noise rock y líricas pop en ambientes melodramáticos. Sobre esta línea continuaron, abandonando cada vez más el acelere de percusión y la abundancia de distorsión en las cuerdas, hasta el disco 12,de 1995, en el que, por primera, vez entrometen la electrónica como parte fundamental de su estética. Esto sucede cuando Martin Gretschmann lleva a Weilheim un sampler. La inquietud de Markus sobre la música electrónica lo lleva hasta Martin para experimentar con varios sampleos en el aparato; después de un tiempo, deciden que Martin también debería formar parte de la banda. 12 es el primer disco en el que se puede reconocer a The Notwist como se escucha ahora: recurrentes loops en el inicio y el descanso de las canciones, texturas electrónicas… pero, principalmente, lo que por muchos discos ha caracterizado el sonido de la banda: una sobriedad opaca y progresiva que remata en una ruptura de batería incurable, de guitarra rasposa, que produce una increíble gana de mover la cabeza como metalero. En esta amalgama de rock pesado que no es pesado y que tiene mucho de electrónico pero también de pop hicieron los siguientes discos, y fue con Neon Golden, de 2002, que los dedos índices de muchos escuchas comenzaron a poner play en The Notwist.
      Una de las características (y aciertos) de esta banda es que han sido sedentarios en términos laborales: primero firmaron con Morr Music, pero pronto los hermanos Acher fundaron el sello musical Alien Transistor y a la fecha es en Weilheim mismo donde continúan produciendo. Esto les ha dado tiempo y espacio para trabajar en proyectos alternos: por ejemplo, Markus forma parte de Lali Puna, banda fundada por su actual esposa;Micha colabora con Ms. John Soda, y ambos son integrantes de Tied & Tickled Trio, colectivo de jazz electrónico, y de Village of Savoonga, grupo de improvisación libre. Por su parte, Martin es Console, en su proyecto electrónico como solista.
      La versatilidad musical de los integrantes introduce en The Notwist un toque lozano y abierto, y a la vez una metodología de trabajo del músico en un equilibrio ideal: con una banda se experimenta, con otra se gana dinero y se hacen grandes giras, con otra se improvisa y se hace ruido y con otra se toca en familia. Así es como los hermanos Acher han entendido el negocio de la música: no limitan colaboraciones o pseudónimos para diferentes proyectos, como es el caso de 13 and God, banda que en 2005 formó The Notwist en colaboración con Themselves, grupo de hip hop estadounidense, y con la cual las ramificaciones de exploración musical son aún más copiosas. En The Devil, You + Me, de 2008, su último disco, colaboraron con la Andromeda Mega Express Orchestra, diversificando todavía más los alcances de una banda que en 22 años, al contrario de envejecer, se ha transformado gentilmente para sonorizar el tiempo.

 

 

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