X Finalista Luvina Joven – Cuento / La verdad que hasta el final llega… / Alex Ruiz Jordan

La verdad que hasta el final llega…
Alex Ruiz Jordan
Escuela Politécnica Ing. Jorge Matute Remus

Pronto me había despertado de entre tantas cobijas en mi cuarto; gracias al común sonido de todas las mañanas, una sinfonía melódica y sintética de los buenos días; me despertaba a mí, a mis colegas y a toda la ciudad para iniciar un día más de trabajo comunitario, esto significaba que nos pagaban lo mínimo por “hacer algo por la sociedad” , pero bueno, después de desayunar junto con Dilma y Marty, mis colegas con los que me hospedo en el mismo refugio, fuimos a la estación de la antigua Ferrovía y desde nuestra comunidad “Rockinfire” nos transportamos hasta “Stelar Boreal Corporation num.7” el cual ha sido nuestro sector de trabajo desde hace 6 años. Allá nos encontramos con Zulema y André, otros colegas que venían desde la otra comunidad “WonVille” y sin esperar mucho vocearon: “Atención, todos a sus puestos de trabajo, con Stelar Boreal Corporation, tu vida está segura”. Y así empezó nuestro día de labor en las grandes maquinarias que hacen funcionar una gran parte de las regiones del Continente Norteamericano pangeico (de PANGEA)…Eran unos edificios de concreto color negro y muy grandes hasta la altura de las nubes, tenían formas cuadradas, y dentro de estas estructuras, nosotros trabajábamos en un ambiente ni tan bueno ni tan malo, pero eso sí, hacía un calor insoportable, ya que las máquinas requerían mucha energía estelar y esto generaba grandes temperaturas kelvin, pero esto no nos preocupaba tanto…más de 10 años trabajando para esta empresa, dentro de estos hornos, ya no era para tanto quejarse…Entrando, cada uno tenía su puesto ya definido con sus nombres en un cartel de metal, el mío decía “Sebastián: Maquinaria liquida” y en el de los demás decía: “Maquinaria atómica”, “Maquinaria del Transporte”, “Maquinaria de vivienda” etc.

Al final del día, uno muy duro en especial, por la cantidad de piezas que tuvimos que manejar y moldear, regresamos justo por donde vinimos más o menos a las 2100 horas y tal como la sonda que nos avisó para ir a trabajar en la mañana, otra sonda nos avisó para ya regresar a nuestras “madrigueras”, porque el ambiente del día no era igual de pacífico que el de la noche…Entonces, sin dudarlo, nos despedimos de Zulema y André como el final de un día ordinario, pero en eso Marty exclamó:

â–¬ Marty: ¡Pero no entiendo! Ya estoy “c a n s a d o” ¿Por qué nosotros trabajamos en esto, cuando desde hace 58 años el país es basto teniendo robots e inteligencia artificial los cuales podrían hacer fácilmente estos duros trabajos?
â–¬ André: Haber, haber, haber… Llevas por lo menos 10 años trabajando para esta empresa y… ¡¿Todavía no te has acostumbrado de llevar este estilo de vida?!
â–¬ Zulema: Chicos, no se alteren, recuerden que SBP (Stelar Boreal Corporation) nos está asegurando una vida plena y sin dificultades
â–¬ André: (Moviendo el cuello por un tic) ¡¿En serio te sigues creyendo esa farsa Zulema?! ¡Basta ya! Estoy cansado de escuchar tanta bribonería, ya vámonos que es muy tarde…
â–¬ Dilma: Si, tiene razón, los relámpagos y truenos están a nada de empezar, deberíamos de irnos ya, ¡Hasta luego!

En el transcurso del camino hacia las “madrigueras” le contesté la pregunta que nadie le había respondido a Marty…
â–¬ Sebas: Marty…En mi opinión, la razón por la que los robots no nos han remplazado todavía es porque nunca podrán tener el sentir de un humano, nunca podrán tener conciencia y nunca podrán realizar un trabajo consiente y sin un libre albedrío…
Después de esa respuesta, se quedaron pensando y al fin había llegado de vuelta el vagón a Rockinfire, se despidieron, cada uno se fue a su cuarto y cada uno terminó su día a su manera.
Pasados 5 o 7 largos días, al fin había llegado el fin de mes; el cual eran 3 días de descanso después de un mes de trabajo, y de nuevo nos juntamos los colegas para pasar bien el descanso. Mientras Dilma y yo preparábamos un almuerzo para todos, Marty trataba de conseguir un transporte. Llegando al punto de reunión, estaban todos; Dilma, Marty, Zulema, André y yo, nadie faltaba, empezamos a disfrutar del pequeño banquete y en seguida empezó una plática…
â–¬ André: ¿Y ustedes que opinan sobre lo que ha estado haciendo nuestro “grandísimo presidente” Renato Flores?
â–¬ Marty: ¿Hablas sobre la polémica que generó al decir que no le da tanta importancia al creer o no en un ser supremo creador de todo lo visible e invisible?
â–¬ Dilma: Uy…de nuevo vamos a otra discusión… (Sarcásticamente preguntó) ¿No prefieren hablar sobre si en verdad existe o no…”dios”?
â–¬ Zulema: Jajajaajaaj…Hoy yo no estoy para hablar de esas cosas, mejor descansaré un poco, despiértame si me necesitan…
â–¬ André: Si Marty, sobre eso hablo, pero ya que lo mencionaron…Dios por supuesto que no existe porque si lo hiciera…no permitiría que todo el mal existiera y haya pasado durante toda la trágica historia del ser humano… ¡Es que no puedo creer lo ignorantes que son que en pleno 2050 sigan creyendo en hadas y dioses!
â–¬ Sebas: Oye tranquilo…El ignorante en pleno 2050 eres tú, quien no respeta la creencia de otros al igual que muchos creyentes lo hacemos con ustedes…Y eso que cristianos o católicos somos 2.900 millones, ustedes los ateos, son la minoría, nosotros estamos respetando eso. Pero bueno…Es que estaría mal pensar que Dios es como un genio de la lámpara, que tú le pides y de inmediato te da…Lo que el cristianismo enseña es que tú también tienes que dar. Para mí, Dios es como un padre, que cuando tú le pides algo, sabe decir que sí, pero también sabe decir que no, o que todavía no…
â–¬ André: Claro, claro, claro, llega a tener sentido, pero como no me lo puedes comprobar…yo sinceramente no voy a creer nada de eso hasta que lo pueda ver con mis propios ojos y sentir con todo mi ser…Lo cual nunca pasará. ¡Es científicamente imposible!
â–¬ Marty: Este…si oigan, pero… ¿¡No sintieron de repente esa ola de calor!?
â–¬ Zulema: (despertando incómodamente) Emmm… ¿Seguimos en la fábrica? ¡Porque está haciendo un calor!
â–¬ Dilma: No, no estamos en la fábrica, es extraño, estas temperaturas fuera de la fábrica nunca habían llegado… Este planeta no nos podrá aguantar más…todo lo que le hemos hecho a la naturaleza…
Y efectivamente, tuvimos que refugiarnos, ya que esta ola de calor ya había sucedido antes por el 2029 y hubo muchos afectados… Cabe resaltar que discusiones como la que ese día tuvimos, son normales entre nosotros y no nos llegamos a perjudicar…pues seguimos siendo amigos…al fin y al cabo, cada uno tiene el derecho y el libre albedrío de decidir lo que piensa, hace y cree.
Otro día, ya habiendo acabado el fin de mes, estábamos de nuevo en el trabajo cuando repentinamente hubo una visita del Super Intendente Jhonyler a verificar que todo estuviera bien. Este día hubieron muchos despedidos, ya que la empresa había sufrido algunos inconvenientes que no quisieron dar a conocer, y todos estuvimos preocupados por ser el siguiente en perder el único trabajo que te permitía tener una calidad de vida buena, porque otros trabajos solo podían pagar para que vivieras a la semana, por la razón de que en el presente estaba perdiendo más recursos que ganarlos…Había muchos desastres, como; terremotos, oleadas de calor y muy pocas de frio…pero ya estábamos algo acostumbrados y protegidos. Llegada la noche, tuvimos suerte de haber cumplido con los requisitos necesarios para seguir en Stelar Boreal Corporation, y decidimos ir a relajarnos a un bar cerca de allí para pasar el rato. Por si se lo preguntan, ya que las noches eran peligrosas, el gobierno decidió implementar protección a muchos lugares públicos y a hogares o como nosotros les decimos “madrigueras”, entonces, era un bar especial; tenía protección contra descargas eléctricas, por supuesto anti radioactivo y lo más especial…tenían una banda de Jazz…
Se acercó el mesero y nos tomó la orden:
â–¬ Antonio: Buenas noches, ¿Qué es lo que van a ordenar? Hoy nuestra especialidad es una rica pierna virtual con proteínas en puré y de acompañamiento tenemos unos ricos dedos de dodo…
â–¬ Sebas: Buenas, yo solo quisiera un café por favor.
â–¬ Marty y Dilma: Nosotros nada más venimos a relajarnos con la banda de Jazz.
â–¬ Zulema y André: En un rato ordenamos, gracias.
Pasaron los minutos muy agradables, gracias a los sonidos del Flow del Jazz, pero como siempre, una conversación sobre religión salió.
â–¬ Dilma: Lo que está pasando en nuestro mundo, desde hace mucho dejó de ser algo “normal” …realmente estoy preocupada… ¿Que será de nosotros? ¡Es que no puedo ni admitir ni negar a un ser supremo que esté arreglando todo desde allá arriba! ¿Cómo los creyentes puros pueden no tener miedo? Y ¿Cómo los no creyentes no lo tienen porque no les preocupa lo que será después?
â–¬ Zulema: Bueno, Dilma…Yo sí creo en Dios, tal vez no sea como el de Sebas (Del cristianismo) pero, al fin y al cabo, creo que los dos vamos por un buen camino, fuera de lo que nuestros cinco sentidos nos permiten percibir…es decir, nuestro sexto sentido sería la Fe.
â–¬ André: Wow, nunca lo había visto de esa manera, pero bueno, yo te puedo responder de parte de los ateos: No tenemos miedo de lo que no podemos ver ni sentir. Así de simple. Nosotros no nacimos en una familia que nos indicara en que creer. Nosotros nos basamos en lo que es comprobable y no probable.
â–¬ Marty: Ok, pues yo también puedo responderte Dilma, de parte de los creyentes… No es que no tengamos miedo, no somos perfectos…También tenemos nuestras dudas y nuestros conflictos existenciales…Sin embargo, creemos firmemente en que esto es nada más pasajero, y en el otro lado, nos espera algo mejor…
Sebas añadiendo a su respuesta…
â–¬ Sebas: Si, creer en dios nos permite estar tranquilos…Pero esto no quiere decir que siempre lo estemos…también tenemos nuestros “demonios”.
â–¬ Dilma: Pero… ¿Y si al final nos diéramos cuenta de que todo fue una farsa?
â–¬ Zulema: Pues, si eso fuera cierto…yo no me hubiera arrepentido por haber creído en un ser supremo, ya que eso me permitió haber tratado de ser alguien bueno.
â–¬ André: Ustedes solo se basan en lo que creen, no lo pueden demostrar…
(Se levanta y se dirige al balcón a fumar un cigarrillo)
Bueno, después de esto, Marty se percató de la presencia de uno de los pensadores y filósofos más famosos en la actualidad: “Franco Felman”, sentado justo a unas cuantas mesas y nos lo anunció a todos los demás…Yo no lo podía creer, ¿Qué hacía alguien como él, en un bar como este? En fin, yo no lo pude evitar y me levanté a saludarlo; era un tipo alto, con ropa formal, lentes y parecía que no venía acompañado. Me presenté, hablamos un rato y luego se me ocurrió preguntarle hipotéticamente: “¿Qué argumento usted le diría a un ateo para que dude un poco de su postura no creyente?” y el, pensándolo poco, me respondió: “ Bueno, evangelizar a veces no es algo fácil, pero por supuesto existen varias evidencias y argumentos que respaldan la existencia de dios, y esto no necesariamente tendría que de una vez por todas cambiar el parecer de un ateo…ya que Dios es algo que ellos tienen que vivir y sentir de alguna manera u otra…Entonces si quieres un hecho; el ADN humano, es tan perfecto que la naturaleza sencillamente no la pudo haber creado… un ser supremo tuvo que haber actuado.” Luego de unos cuantos consejos que me dio, decidí a ir a hablar con André allá en el balcón con una hermosa vista al cielo nocturno y a las montañas arboleadas…era un paisaje poco común y poco visto…no todo era malo en la actualidad…todavía quedaba mucho que apreciar. Al llegar junto a él, me pasa el brazo por los hombros y me ofrece uno de sus cigarrillos. Nos sentamos a fumar en silencio, mirando ambos hacia la distancia, en direcciones distintas. Luego, él fue el primero en tomar la palabra.
â–¬ André: Sebas…estoy desesperado y…tengo que contarte algo…hace un par de años me diagnosticaron…leucemia mayor de desarrollo lento, no podía decirles así y ya…pero no es todo…admito que tengo miedo a la muerte…
â–¬ Sebas: …estoy impresionado…pues…como tu amigo, creo que mi hicieron falta muchas cosas que compartir contigo, pero si te digo que no tengas miedo, ¿sabes? ¿Qué puedes perder en intentar creer, aunque sea un poco en que un ser bueno te estará esperando allá arriba?
â–¬ André: Pero si eso fuera cierto…Yo no creo que tendría ese lugar asegurado, no he sido bueno con ustedes, porque me molesta saber que le dan toda su confianza a algo que no ven… ¿Quién creo a dios…cuál es su causa?
â–¬ Sebas: Pues mira…yo no podría responder fácilmente la pregunta del milenio, pero un sabio me dijo una vez: “El error de esta pregunta es el asumir que las leyes de nuestro universo tienen que si o si aplicarse a lo que va más allá de este…”. Si te admiten o no   en el cielo…Jesucristo se encargó de eso hace muchos años, nos quitó una gran carga de pecados…Entonces quien sabe, depende de lo último que decidas hacer en tu vida…
â–¬ André: Gracias amigo, por tu apoyo…lo tomaré en cuenta.
Después de esa noche, yo no podía mantener ese secreto y decidí contarle a los demás, luego ellos también le dieron sus consejos y sus ánimos. André fue cambiando poco a poco, no llegó a creer rotundamente en Dios, pero si empezó a hacer más obras buenas de las que él pensaba que ya hacía y suficientes tenía…Hasta una vez intentó orar y nos admitió que sintió algo que no fue normal. Los días pasaban, el ya no trabajaba, empezó a descansar más y más y también a agarrarle el gusto a la vida, hasta que llegó finalmente el día, ese en el cual te dicen cuanto tiempo de vida te queda, parecía que André ya no le tenía miedo a la muerte, él se sentía listo para partir…él nos dijo: “Ahora estoy de acuerdo que en esta vida tiene que existir algún ser, sin embargo, creo que este Dios no tiene religión, el cristianismo será solo un método de enseñanza creado por el hombre para orientar y evangelizar…siendo ateo, agnóstico o creyente, siempre se debe de mantener la humildad, los valores básicos…Ahora creo que moralmente y filosóficamente no puedes hacer menos a alguien porque no cree algo en lo que tu estas muy seguro o por no compartir su forma de pensar y en lo que dices tener fe.” Entre otras palabras…con una sonrisa partió y vio por última vez a sus amigos que siempre lo acompañaron, a toda costa.

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