Poema / Ariadna Vásquez Germán

¿Y si vienes por mí cuando apenas empiece la noche?

¿te conté la historia de dos muchachos haciendo el amor al lado de una maceta vacía?
tuvieron una idea
algo como ir temprano al mercado por una planta
de esas que purifican el aire en los aposentos
lo que es igual a decir
que el oxígeno falta en los espacios de los que se aman

Que vengas no asegura que la noche empiece
quiero decir que esta noche puede que no inicie nunca
que a la maceta le falte la planta y sobreviva incluso después de que el amor se seque
¿qué hacemos con esta deficiencia?
¿cómo evitamos que el silencio se condense?
apenas empieza la noche
el techo ondula
se fragiliza
las palabras riegan
el agua se dispersa en tantas gotas
estas batallas por todos lados las ramifican

Pero mira a los muchachos cómo avanzan
era la idea
¿en qué estorban el traslado nocturno?
se dejan ocurrir junto al olor a pasto lluvia trementina
aun cuando la morbidez del cuarto oprime sus cuellos
reciben la mañana con sus brotes
agradecen las manchas en la almohada

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