Aullido de gozo / Sergio Téllez-Pon

En 2006 se cumplieron 50 años de la primera edición de Aullido, el poema más famoso de Allen Ginsberg (Newark, 1926-Nueva York, 1997). Con ese motivo, la editorial Harper Collins publicó una edición conmemorativa compuesta por el facsímil del poema con anotaciones manuscritas hechas por el autor, la versión definitiva, cartas y una extensa bibliografía en la que se incluyen las traducciones a otras lenguas. Ése fue el detonante para pensar seriamente en hacer una versión cinematográfica del poema, que finalmente se concretó en la película Aullido, dirigida por Rob Epstein y Jeffrey Friedman en 2010. También, este año se estrenará la película On the Road, basada en la novela del mismo nombre de Jack Kerouac, dirigida por el brasileño Walter Salles (el director de Estación Central, Detrás del sol y Diarios de motocicleta). No sólo con ediciones recientes de sus libros, sino también a través del cine, se busca mantener viva a la generación Beat.
     La película Aullido sólo en parte es una versión cinematográfica del poema de Ginsberg. Recreación y documental al mismo tiempo, está compuesta por tres partes: si bien el eje central es el propio poema, también se complementa con una entrevista que concedió Ginsberg en Nueva York en 1957, en la que habla de sus inicios en la poesía, los conflictos con su homosexualidad, su estudios en Columbia, su amistad con los demás integrantes de la generación Beat y, finalmente, sobre el establecimiento de su relación con Peter Orlovsky; la tercera parte, no menos importante, se centra en el juicio al editor, el poeta Lawrence Ferlinghetti, por la publicación de ese poema «obsceno». Además, en la película se recrea la lectura que hizo Ginsberg de Aullido el 7 de octubre de 1955 en la Six Gallery, del también poeta Kenneth Rexroth. El actor que personifica a Ginsberg es James Franco, quien este año estrenará su primer largometraje, The Broken Tower (sobre la vida del poeta Hart Crane, que él mismo escribió, dirigió e interpretó), y quien, como escritor que es, hace una impecable lectura del poema, con la cadencia propia del jazz que el poeta se propuso.
     El poema apareció originalmente en San Francisco bajo el sello City Lights Books, propiedad de Ferlinghetti, el único de ese grupo que sigue vivo. De inmediato se convirtió en el poema de la generación nacida poco después de que concluyó la Segunda Guerra Mundial, esa generación que, como explica en la película uno de los críticos llamados al juicio, eran «personas desarraigadas deambulando por Estados Unidos, soñando, drogadas, incluso las horas de la vigilia son [para ellas] como pesadillas, cargadas de alcohol, y disfrutando una variedad indiscriminada de experiencias sexuales», un poco a la manera de la generación perdida parisina luego de la Primera Guerra Mundial. Pocos comprendieron el desencanto que motivó esa poética. Eso fue lo que desató el juicio que se inició el 17 de agosto de 1957; sin embargo, para el 4 de octubre el juez declaró inocente a Ferlinghetti. Con las guerras en Irak y Afganistán como telón de fondo, tal vez así el poema le diga algo a esta «generación Y», y por eso hay que celebrar la oportuna edición conmemorativa de los 50 años de la película y de la edición ilustrada.
     En la película se aprecia el proceso de escritura del poema en una ciudad como la que fue Nueva York en las décadas de los cuarenta y los cincuenta —no la de hoy en día, tan «normalizada». Como se sabe, Aullido está dedicado a Carl Solomon, a quien Ginsberg conoció en el instituto psiquiátrico de Nueva York cuando decidió internarse voluntariamente para curarse la homosexualidad; allí pasaron juntos ocho meses. La vida íntima de Ginsberg era un intenso conflicto interno, principalmente por sus padres (él poeta y ella enferma mental), la culpa que le causaba su homosexualidad (en gran medida por sus orígenes judíos), por la incapacidad de enamorarse (o, mejor dicho, de enamorarse de sus amigos heterosexuales, como Jack Kerouac y Neal Cassady, el «secreto héroe de estos poemas») y la búsqueda de un amor que finalmente aparece en Orlovsky (en la película interpretado por el joven actor Aaron Tveit).
     El poema fue ilustrado por Eric Drooker, un grafiteroneoyorquino que ya había colaborado con Ginsberg en el libro Illuminated Poems (1996). Son las mismas ilustraciones que, animadas, recrean el poema en la cinta de Epstein y Friedman: no es descabellado decir que son las imágenes modernas de la Divina comedia ilustrada por Doré y que también, de inmediato, recuerdan a las apocalípticas imágenes en Pink Floyd The Wall (1982), de Alan Parker. Ahora, junto con la película se ha publicado la versión ilustrada (que en español apareció bajo el sello de la editorial Sexto Piso en 2011), con la traducción del poema hecha por Rodrigo Olavarría, la misma que publicó Anagrama en 2006. Sin embargo, por las ilustraciones, aparece un versículo en cada página, lo cual poco ayuda —y a veces hasta estorba— al encabalgamiento y la lectura fluida del poema.
     El desafío de ilustrar Aullido era muy alto; sin embargo, Drooker ha capturado con mucha fortuna el sentido del que es, sin duda, el poema más homoerótico de la literatura estadounidense del siglo xx, así como en el siglo xix lo fueron algunos poemas de Walt Whitman, esa figura tutelar de la generación Beat.

 

 

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